Al dolor de las familias de los cinco menores de edad asesinados en Llano Verde, oriente de Cali se suma la lucha contra la incertidumbre de no saber quién los mató, por qué lo hicieron y, sobre todo, el miedo a que este hecho quede en la impunidad. Dicen que la visita del presidente Iván Duque no trajo ninguna respuesta.
“Nos dijo que iba a tener pronta respuesta para lo que sucedió con nuestros hijos y, la verdad, es que, hasta el día de hoy, no hemos sabido absolutamente nada. Todas las familias estamos así como empezamos”, aseguró Ruby Cortés, madre de una de las víctimas.
Álvaro Caicedo, padre de otro de los menores asesinados, también dijo que no quedó muy satisfecho con la respuesta del mandatario de los colombianos en relación a las peticiones de las familias de las víctimas.
“Nosotros clamamos justicia, pero nosotros le pedimos, por favor, que nos trajera al fiscal general de la Nación y nos diera la cara”, afirmó.
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Durante su visita a Llano Verde el pasado fin de semana, el jefe de Estado prometió la construcción y remodelación de escenarios deportivos en la zona.
“Creo que el presidente se está olvidando que aquí viven seres humanos, esto no es solamente dotación de infraestructura. La propuesta tiene que ser más integral, él, como presidente de este país, tiene que ver que este no es solo un tema de la juventud, sino un tema de la familia”, dijo Erlendy Cuero Bravo, líder de Llano Verde.
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La crisis social y económica que deja la pandemia del coronavirus COVID-19 también arrecia en este barrio de la Comuna 15 de la capital del Valle del Cauca, cuyos habitantes siguen clamando justicia y verdad no solo por la masacre de los menores, sino el atentado con granada que dejó un muerto y 15 heridos.
Estos dos hechos violentos ocurrieron en menos de tres días.
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