Chocosand nació de la necesidad de un padre de enseñarle a su hijo con el ejemplo y así comenzaron a repartir sándwiches y chocolate a los habitantes en condición de calle en Cali, llegando a ver las diferentes realidades de la vida.
“Un día mi hijo ya estaba adolescente y me dijo: ‘Papá quiero hacer chocosand con mis amigos’ y a partir de ese momento él se apropió de este espacio”, contó Carlos Echeverry, creador de la iniciativa.
Sin embargo, el joven, conocido como Eche, falleció en un intento de robo. Aunque la tragedia tocó su vida, Carlos Echeverry continuó con el legado de su hijo en compañía de sus amigos.
“Eche, a causa de la violencia, falleció hace dos años, en un intento de robo lo hirieron, y ahora seguimos haciendo el Chocosand en honor a él”, expresó Carlos.
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Estas personas que viven en condición de calle envían un mensaje a todos los jóvenes para que aprendan a decir no a las drogas.
“Quisiera que los jóvenes traten de no entrar a las drogas, porque yo llevo más de 59 años metido en las drogas, desde muy joven empecé en las drogas y alcohol”, contó Humberto Soto, habitante en condición de calle.
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Chocosand no solo es un momento de alegría para aquellos que viven en la soledad y el frío de la calle, sino un sin fin de aprendizajes para los jóvenes que decidieron servir a los demás.
“Nosotros, al ser tan jóvenes, no alcanzamos a dimensionar todos los peligros que tiene la calle o una droga, entonces, (es importante) ver ese escenario de las personas como están en estos momentos, que ellos mismos nos dicen: ‘Por favor, no prueben las drogas’”, manifestó Camila Díaz, colaboradora de Chocosand.
Carlos Echeverry, junto a un grupo de jóvenes, dan alimento a quienes más lo necesita y entregan un mensaje de esperanza para quienes han tenido una vida difícil. En Cali se calcula que más de 6 mil personas viven en condición de calle.