Las minas antipersonales son una plaga en el Cauca. Las montañas del cañón de Micay y en El Plateado están invadidas. Las disidencias han sembrado explosivos en todas partes para evitar que las tropas avancen. Por eso, después de casi dos años del Gobierno Petro, se dio el primer bombardeo de las Fuerzas Militares y fue no letal.
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El ministro de Defensa, Iván Velásquez, explicó la operación: “No hubo bombardeos contra objetivos humanos. Los bombardeos se realizaron para garantizar la seguridad ante la gran posibilidad de la existencia de minas, artefactos explosivos”.
La violencia desbordada en el Cauca llevó al Gobierno a volver a bombardear. Después de dos años, las disidencias de las FARC volvieron a sentir el poder de los aviones de guerra de la Fuerza Aérea Colombiana con cuatro descargas. Las bombas fueron lanzadas para despejar territorios y garantizar la vida de 800 soldados que ingresaron al departamento.
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El general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, manifestó que “hemos reactivado los bombardeos, que gracias a la Fuerza Aérea Colombiana, a través de un detallado planeamiento sin incurrir en ningún tipo de falla procedimental, estamos atacando las estructuras que están en lo más alto de estas montañas”.
Después de los bombardeos se conocieron imágenes de cómo quedó el campamento guerrillero que, según el Ejército, estaba abandonado al momento de la operación militar.
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En el lugar se encontraron elementos de cocina, cilindros de gas, ropa e implementos de campaña.
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