Hablar de realidad virtual es hablar de tecnologías que permiten la inmersión en mundos creados digitalmente. Estas tecnologías no son nuevas y, desde hace varios años, han venido implementándose en diferentes áreas como el turismo, la educación y los videojuegos, entre otras.
En Bogotá, se inauguró esta semana el laboratorio de realidad Virtual (RV) VIROO, premiado en 2019, como la mejor solución aplicada de RV en el mundo, tras una alianza estratégica entre la Universidad Ean con Virtual4 y GAIA, clúster de tecnología del País Vasco.
"La realidad virtual es poder crear mundos y escenarios de pronto vivenciales, del común, pero que puedes crearlos natural y distinto, en un espacio como una sala que tenemos aquí. Al final, lo que buscamos en la Universidad Ean es poder llevar estos escenarios hacia la formación, que es nuestro eje principal como académicos", explica Leonardo Rodríguez Urrego, gerente de investigaciones y transferencia de la Ean.
Este laboratorio tiene 100 metros cuadrados y está ubicado en el edificio Fundadores y tiene un factor diferencial: en él pueden trabajar de forma colaborativa varias personas y desde cualquier parte del mundo.
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"Lo diferente que tiene es que tú puedes aquí vivir una experiencia con más personas al tiempo, poder desplazarse. En la parte superior, ves unas placas que lo que permiten es georreferenciar a las personas y moverse en la sala y poder disfrutar de esa inmersión virtual", agrega Rodríguez.
Otra de las ventajas es que, a diferencia de otras tecnologías, no se requieren cables para entrar en el mundo virtual.
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"Aquí te pones un morral que es un computador, te pones unas gafas y puedes caminar por ese escenario virtual sin obstáculo alguno, sin cables, sin nada, es como si estuvieras realmente en ese mundo", indica.
Y es que la realidad virtual, para Tomás Iriondo, director de Gaia, puede ser una gran aliada de la educación.
"Todos sabemos que si nosotros memorizamos, terminaremos olvidando lo aprendido, no sé si antes o después del examen. ¿Pero qué pasa cuando experimentamos, cuando sentimos? Eso nos queda a nosotros, nos queda en nuestro interior, somos capaces de retener ese sentimiento, esa experiencia mucho más allá", explica.
Y es que educar con ayuda de la realidad virtual no es una intención exclusiva de los centros educativos, pues así lo dio a conocer Mark Zuckerberg con su ambicioso anuncio del metaverso de Facebook , compañía que cambió su nombre a Meta.
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"Estamos hablando de escenarios donde tu estás en Bogotá y entras al metaverso, a un espacio de una compañía que te está enseñando algo, y, en lugar de una reunión virtual como las conocemos hasta ahora, te podrás mover digitalmente al mismo espacio y vas a tener una sensación de presencia que es fundamentalmente diferente", asegura Juan Pablo Consuegra, director de Meta para la región andina.
Sin embargo, la educación en estos escenarios virtuales plantea desde ya nuevos retos.
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"Va a requerir una normativa y será necesario legislar", opina Rodríguez.
A esto se suma trabajar por un objetivo común, como lo puede ser impulsar el crecimiento y el desarrollo individual.
"Visualizamos que realmente esa transformación digital sí tiene un activo, es el servicio a las personas, es decir, que estas tecnologías acompañen a cualquier persona en su desarrollo personal o profesional", agrega Iriondo.
Y mientras el metaverso se convierte en una realidad, desde ya los expertos coinciden en tres posibles ventajas de la realidad virtual en la educación:
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- Mejora la comprensión especialmente de conceptos difíciles de explicar, porque solo basta con mostrarlo para facilitar el entendimiento.
- Las experiencias inmersivas pueden aumentar la atención de los estudiantes y facilitar el trabajo en equipo.
- Por incluir un componente experiencial y emotivo es probable que el conocimiento sea más duradero.
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