El primer paso del metaverso guatemalteco partió con la venta, a finales de abril, de 5.000 Platzees, propiedades exóticas coleccionables rodeadas también por animales, carros de Fórmula 1, seres mitológicos y otras rarezas, con un costo desde 500 dólares.
Todas poseen el certificado NFT, ficheros informáticos que permiten asociar la autenticidad a objetos virtuales, que tienden a subir de precio en el mercado.
Según Mario Ríos, director del proyecto, las propiedades digitales también suponen una inversión, ya que ofrecen un retorno del 8% de la compra en el primer año y del 5% al 11% en los subsiguientes.