Un triángulo amoroso desencadenó la trágica muerte del ‘Rey de la cebolla’, en Boyacá

En Colombia son alarmantes los casos de violencia. Los celos y las mentiras son algunas de las características principales de triángulos amorosos que terminan en venganza, incluso hasta la muerte.Séptimo Día conoció el trágico caso del asesinato a un hombre en Nobsa, Boyacá, en 2011.

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Miguel Ángel Salas era la alegría de una familia campesina que luchaba por salir adelante. La desesperación de trabajar y conseguir dinero hizo que en su adolescencia saliera de su casa a buscar oportunidades en el municipio de Nobsa, donde se enamoró perdidamente de Lina Fernanda Gómez.

El ‘Rey de la cebolla’, como era conocido Miguel Ángel Salas, estaba cumpliendo su sueño de emprender en la agricultura. Así como evolucionaba en el trabajo también su relación empezó a consolidarse, pese a que su familia no aceptaba la relación con la joven abogada.

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En 2004, Miguel Ángel y Lina se casaron, esto lo alejó de su familia hasta el nacimiento de su hijo. Sin embargo, su relación empezó a deteriorarse por las constantes peleas y discusiones entre ambos.

El día de los hechos un hombre encapuchado llegó a un local donde se encontraba Miguel Ángel y le propinó tres disparos. Después se dio a la fuga en su motocicleta. “Decía ‘no me dejen morir”, reveló Carlos Álvarez, quien transportó a Salas a la clínica más cercana. ¿Quién pudo haber acabado con la vida de este agricultor?

Las autoridades siguieron el rastro del presunto asesino, tras su captura lograron identificarlo como Ardinson López Castaño. “La actitud de él era muy nervioso, intranquilo”, aseguró el patrullero Jeisson Alexander González. Sin embargo, la Policía guardaba el celular de Castaño en el encontraron pistas sobre el posible autor del crimen.

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Las llamadas fueron clave para determinar con quién se había comunicado Castaño el día del atroz asesinato. Ahí pudieron establecer que había hablado con el subintendente de la Policía de Sogamoso, Carlos Andrés Martínez.

La Fiscalía llegó a un preacuerdo con el sicario, quien le aseguró revelarle toda la verdad detrás del crimen. A cambio de la información le ofrecieron una condena de 18 años. Él aseguró que el subintendente lo había contratado para cometer el asesinato contra Miguel Ángel.

Además, confesó que la esposa de la víctima, Lina Fernanda, fue la persona que pagó por el homicidio. Mientras las autoridades la buscaban, el comandante Martínez fue acusado de homicidio agravado y aceptó los cargos.

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Tras cuatro días de la desaparición de Lina Fernanda, ella voluntariamente se presentó en la Fiscalía de Sogamoso. Le imputaron cargos por el delito de homicidio agravado y porte ilegal de armas. Además, testificó que se había involucrado sentimentalmente con el subintendente Carlos Andrés Martínez, cuando a ella le salió una oferta laboral en ese municipio. “El mayor error que yo cometí, fue haberme involucrado sentimentalmente con ese señor”, mencionó Lina Fernanda en la audiencia.

Un año después de la aceptación, Lina Fernanda Gómez decidió negar los hechos y retractarse. Este caso quedó en manos de la Fiscalía, mientras la familia de la víctima sigue clamando justicia.

Vea la investigación completa de Séptimo Día aquí: