Por más de 40 años, en Arauca, Colombia, dos gemelas estuvieron separadas al nacer. Una de ellas, Marlén Cuéllar, fue entregada por su madre biológica a una familia adoptiva, mientras que la otra, Norma Constanza Franco, se quedó en su casa. Ninguna sabía de la existencia de la otra y así pudieron haber vivido el resto de sus vidas. Sin embargo, el destino tenía otros planes. Séptimo Día conoció la sorpréndete historia en el 2018.
Marlén creció con una sensación constante de vacío. “Como que me hacía falta algo de la mitad mía, no sé”, confesó, describiendo una duda que la acompañó durante su vida. Frecuentemente soñaba con alguien idéntica a ella, una escena que la obsesionaba.
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La revelación que cambió todo
En 2016, cuando tenía 41 años, Marlén recibió una revelación que daría sentido a sus sueños. En su lecho de muerte, su padre adoptivo le confesó que no era su hija biológica, que había sido adoptada porque ellos no habían podido tener hijos.
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Le contó que tenía una hermana gemela y le dio una pista: buscar a su familia en Venezuela. "Que tratara de buscarlos para que yo no me quedara sola en esta vida", recordó Marlén.
Con esta nueva información, Marlén comprendió por qué su color de piel era diferente al de sus padres adoptivos y por qué siempre había sentido un vacío. Sin embargo, encontrar a su hermana gemela y a su madre biológica no sería fácil.
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La difícil búsqueda y un inesperado hallazgo
Dispuesta a encontrar a su familia, Marlén comenzó su búsqueda. Tres años después se fue a vivir a Caquetá y en septiembre de 2018 decidió usar Facebook para encontrar a su hermana. Publicó un mensaje en la página de una emisora local y, para su sorpresa, la publicación llegó a Ana Hernández, quien conocía a Norma Constanza Franco, la hermana gemela de Marlén que vivía en El Amparo, un pueblo fronterizo de Venezuela.
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Norma, al enterarse de la publicación, quedó en shock. Desde pequeña había soñado con una hermana idéntica y su madre, Galdys Colón, le había confesado que había dado en adopción a su gemela debido a una mala situación económica.
El reencuentro: un abrazo esperado durante 44 años
Después de que las gemelas cumplieron 44 años, se reencontraron en Arauca, en el Puente Internacional José Antonio Páez, que conecta con Venezuela. En ese momento, los extraños sueños de ambas por fin tuvieron sentido.
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Ambas coincidieron en que sentían la presencia de la otra durante años. Además, descubrieron otras similitudes sorprendentes en sus vidas: las dos se convirtieron en madres a los 18 años.
Galdys Colón, la madre biológica, contó que había tenido que tomar la difícil decisión de entregar a una de sus hijas debido a su difícil situación económica.
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Hoy, Marlén Cuéllar y Norma Constanza Franco continúan recuperando el tiempo perdido.
Reviva la investigación completa de Séptimo Día acá: