Ser parte de una cadena de negocios exitosos, ya sea de comida o de otros productos o servicios es una oportunidad que cada vez más colombianos buscan, se trata de comprar una franquicia. Hay miles de negocios franquiciados en el país y detrás de muchos hay historias de éxito, pero Séptimo Día encontró que cada vez hay más colombianos que dicen ser engañados por franquiciantes inescrupulosos y al final aseguran que se sienten estafados. Conozca tres empresas que fueron denunciadas por personas que ahora aseguran estar en la quiebra. Uno de esos casos tiene que ver con un colegio que ofrece una reconocida metodología que ha beneficiado a millones de personas en todo el mundo. El hombre denunciado ofrecía franquicias sin estar facultado para hacerlo.
“A mí me costó mucho aceptar que nos habían engañado. Yo era la que decía, ‘yo sé que nos van a pagar’ y yo peleaba con mi esposo y le decía ‘confía en ello’ y me decía, pero ¿qué más pruebas quieres?, ellos no nos van a pagar”. Diana Paola Hernández está muy agobiada, asegura que lleva cuatro años viviendo una verdadera pesadilla. “Para mí es muy duro todavía cómo creer que unas personas en las cuales confié, con los que creí podía hacer realidad mi sueño, no les importa”.
Ella y su esposo Daniel Ávila, son un matrimonio bogotano que desde hace 12 años cuando decidieron casarse tenían un sueño para la familia que iban a conformar: “poder ser esa mamá presente que siempre he querido para estar para mis hijos siempre”.
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Cuando cumplieron seis años de casados, en el 2017, comenzaron a hacer realidad esa ilusión. “Tenemos el apartamento que era propiedad nuestra y pues nos quedó un dinero y queríamos invertirlo”. “Plata de toda la familia invertida en un proyecto que en realidad buscaba hacerle el sueño a mi esposa”. Ser empresarios dicen, les ayudaría a tener autonomía. “Yo siempre quise tener un jardín infantil y una amiga nos compartió que el jardín en el que estudiaba en ese momento nuestro hijo mayor estaba vendiendo franquicias, entonces nos acercamos a los dueños y pues ellos nos comentaron que efectivamente era así y en el proceso de conversación, pues consideramos que ese era el negocio en el que queríamos realizar la inversión”.
Se trataba de un colegio dedicado a la formación de niños en etapa preescolar. “Estamos hablando del jardín Saint Mary Nursery & Preschool que quedaba en Puente Largo específicamente, ellos tienen otra sede en La Esmeralda y actualmente ellos tienen un colegio que se llama Comunidad Campestre Montessori, que queda en La Calera. Montessori Siglo XXI es como lo que engloba tanto el jardín como el colegio”. Aseguran que quienes les ofrecieron la franquicia les brindaron total credibilidad para hacer la inversión.
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“Nosotros teníamos a nuestros hijos en el jardín, ambos estudiaban allá, nos gustaba la metodología, ellos nos recibían, en medio del proceso obviamente nos fuimos acercando más, comíamos, nos reuníamos, entonces obviamente abrimos un círculo de confianza con ellos".
Se refieren a Luis Fernando Rodríguez Valdez y a su esposa Mónica Patricia Tamayo, según los denunciantes, una pareja de educadores y propietarios del colegio. “Ella es la creadora del jardín y posteriormente la del colegio y él era la figura administrativa”. Basándose en la confianza, dice Diana Paola, a mediados de 2017 tomaron la decisión de convertirse en sus franquiciados. “Nosotros compramos la franquicia y producto del compromiso y la ilusión que teníamos por el interés, mi mamá tomó uno diplomado en metodología Montessori y adicionalmente un diplomado en la Universidad de la Sabana para trabajar con familias”.
Toda la familia giraba en torno a lo que sería su colegio estaban dicen ellos comprometidos con esta carta de intención de franquicia firmada el 21 de junio de 2017, en donde se establecían claramente los compromisos del franquiciante y del franquiciado. Y mientras decidían dónde iban a operar, recibieron otra propuesta de quienes para ese momento ya eran sus franquiciantes.
“Nos ofrecieron una parte del jardín principal, había dos casas, una muy grande que se conocía como casa de niños, donde estaban los niños de 3 a 6 años y una más pequeña que era casa nido que era de los tres meses a los tres años, nos ofrecieron comprar la parte pequeña que sería como el semillero para la Casa de Niños y posteriormente, la idea era que esos niños pasaran al colegio que ellos también crearon de metodología Montessori, que hoy por hoy funciona”.
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Es necesario aclarar que Montessori es un método y no una marca, se trata de una metodología de educación que es abierta y puede ser aplicada por cualquier persona natural o jurídica y por lo tanto no se puede franquiciar. También que, en este caso, la marca franquiciada, según la carta de intención, era la de la marca Saint Mary Nursery & Preschool.
Diana Paola Hernández y su familia le aseguraron a Séptimo Día que entre junio de 2017 y agosto de 2018 le depositaron más de $150 millones a la persona que les ofreció una franquicia de un jardín infantil aquí en el Barrio Puente Largo de Bogotá.
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