En septiembre de 2022, la desaparición del pequeño Maximiliano Tabares, de 6 años, conmocionó a Remedios, en Antioquia. Sandra Patricia, madre del menor, denunció la desaparición y el pueblo comenzó su búsqueda. Séptimo Día conoció el caso en 2023.
En ese municipio, la minería y el comercio de oro son actividades importantes de la economía local. Asimismo, hay creencias arraigadas en la comunidad sobre diversos rituales que contribuirían ser exitosos en estas prácticas.
Al principio, la investigación por la desaparición de Maximiliano Tabares parecía no avanzar, pero tras un mes las autoridades encontraron a Fredy Antonio Henao, un minero que aseguraba conocer a Fabio Andrés Carmona, padrastro del menor.
El hombre señaló que Fabio lo reclutó en 2021 para formar parte de un grupo que pretendía hacer ritos para que en las minas les fuera bien en las excavaciones de oro y también encontrar guacas.
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Fredy se convirtió en la pieza clave para la investigación y la pregunta que se hacía la Policía era: ¿qué tenía que ver el grupo al que pertenecía y los ritos que practicaban con la desaparición de Maximiliano?
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El hombre aseguró que asistió a varios ritos y señaló que en ellos también participaba la familia del menor, además de otras dos personas y el grupo, liderado por Fabio, se hacía llamar Los Carneros.
Según el testimonio, los cultos en los que participaban cada vez iban escalando al punto de ser dolorosos. “En el cuerpo tengo cicatrices que fueron hechas por con un soplete y con un cuchillo caliente al rojo vivo en mi pecho, tengo una cicatriz”, afirmó.
Eso no era todo, según Fredy, hubo reuniones en las que Fabio los inducía a tener relaciones sexuales entre todos. También relato que, para mediados de 2021, Sandra Patricia, la madre de Maximiliano, había ingresado al grupo por invitación de Fabio.
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Para finales de 2021, Fredy decidió retirarse del grupo porque no había encontrado ninguna guaca y, además, tenía muchas heridas en su cuerpo. Pero casi un año después, en septiembre de 2022, Fabio Carmona le pidió que volviera.
“Que vuelva otra vez a la tribu, que al niño (Maximiliano) había que sacarle un espíritu y que eso impedía sacar la guaca que queríamos sacar nosotros”, relató.
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Días después de la desaparición del niño, según la Policía, un vecino grabó a quien sería Sandra Patricia Caro, mamá de Maximiliano, quemando al parecer ropa y pertenencias del menor.
En el pueblo ya se rumoraba que ella y el grupo al que pertenecía tenían algo que ver con la desaparición del pequeño Maximiliano. Para mediados de octubre de 2022, la casa de Sandra Patricia fue apedreada por decenas de personas que le exigían decir la verdad.
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El 18 de octubre se expidieron seis órdenes de captura y un grupo especial de la Policía tenía a cargo esa misión. Finalmente, se capturó a la madre del menor, el padrastro, la abuela materna y otras personas señaladas de pertenecer a este grupo.
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De acuerdo con la Policía, aunque todos negaron tener algo que ver con la desaparición de Maximiliano, uno de ellos, Robinson Arboleda, alias ‘orejas’, rompió el silencio y confirmó el asesinato. Además, señaló dónde se encontraba el cuerpo.
El 22 de mayo de 2024, un juez especializado de Antioquia condenó a 51 años y 8 meses de cárcel a la madre y al padrastro de Maximiliano Tabares. El menor murió durante un ritual de santería y sufrió fuertes golpizas.
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Reviva la investigación completa de Séptimo Día acá: