La incansable búsqueda de una madre para encontrar a su hija que fue adoptada hace 41 años

La colombiana Isabella Pérez ha vivido con un dolor en secreto desde que, a los 14 años, su madre la envió a una fundación para ocultar su embarazo. La bebé que dio a luz cuando tenía 15 años fue entregada en adopción a una familia francesa en 1983 para evitar el estigma social de la época. A pesar de rehacer su vida y formar una familia, el recuerdo de su hija ha estado con ella durante 41 años.“Ella me dice ‘démosle la oportunidad de que tenga una mejor vida, esté tranquila económicamente, ahí me toca un poquito porque me dice ‘yo quisiera, pero yo no puedo’. Me acuerdo de que ese día yo lloré tanto, le decía ‘yo no me quiero ir sin la niña’”, recordó Isabella sobre la conversación con su madre.Tras dar a la bebé en adopción, Isabella trató de reponerse de ese duro golpe. Terminó el colegio y luego ingresó a la universidad a estudiar periodismo. Más adelante conoció a su esposo por 34 años, se casó y quedó en embarazo, un hecho que le recordaba lo que ocultaba. Luego tuvo otra bebé.>>> Niñas fueron intercambiadas al nacer y sospechas de infidelidad revelaron la verdadMientras Isabella Pérez vivía con su secreto, su hija Christelle Claudia Lebrault fue adoptada por una pareja francesa y creció en un entorno amoroso cerca de París. Ella siempre supo que había nacido en Bogotá pues sus padres adoptivos no le ocultaron la verdad de su origen.Creció e ingresó a la universidad a estudiar recursos humanos, posteriormente hizo una especialización en la misma área. Allí conoció a su actual esposo.En el momento que Christelle tuvo a su segundo hijo, la idea de buscar a su madre biológica cobró más fuerza y así responder preguntas sobre su pasado. Casi de manera simultánea, en Bogotá, Isabella tomaba la misma decisión, tras el fallecimiento de sus padres.>>> Testimonios de personas que aseguran haber visitado el cielo: ¿milagro o alucinación?Séptimo Día viajó a Francia para descubrir más sobre esta conmovedora historia. Encontramos a Isabella Pérez en Bogotá, quien compartió el dolor y la esperanza que han acompañado su vida desde el momento en que su hija fue adoptada. Mientras tanto, Christelle, en Francia, también enfrenta el desafío de encontrar a su madre biológica y conocer más sobre sus orígenes.El camino hacia el reencuentro entre Isabella y Christelle no será fácil, pero la esperanza de una madre y el deseo de una hija por conocer su pasado podrían unir finalmente sus vidas.