Familia colombiana en EE. UU. teme deportación por políticas de Trump: “Somos buenas personas”
Desde Colorado, la familia Hernández vive con miedo a la deportación, aferrándose a la esperanza de un asilo que les permita construir una nueva vida en EE. UU. Este es su testimonio.
Son muchos los colombianos que viven con temor e incertidumbre respecto a su situación migratoria en Estados Unidos
. Entre enero y marzo de 2025, cerca de 2.300 ciudadanos colombianos fueron deportados, según cifras de Migración Colombia. Aunque en varias redadas han sido capturados connacionales vinculados a actividades delictivas, también hay quienes aseguran no haber cometido ningún delito, ni en Estados Unidos ni en su país de origen. Esta es la segunda parte de un especial de Séptimo Día.
En julio de 2024, en Bogotá, la familia de Robison Hernández dejó Colombia con la esperanza de encontrar un mejor futuro en Estados Unidos. Su travesía comenzó con un vuelo a Cancún, desde donde emprendieron el arriesgado intento de cruzar la frontera hacia territorio estadounidense.
“Aquí van los sueños, las bendiciones y el futuro de mis hijas”, recordó Robison Hernández mientras empacaba su maleta antes de partir. Con cada prenda que guardaba, sentía el peso de la incertidumbre, pero también la esperanza de ofrecerles una mejor vida.
Un año después, un equipo de Séptimo Día
viajó hasta Colorado, donde ahora reside Robison junto a su esposa y sus dos hijas, Hanna, de 5 años, y Caroline, de 12.
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Aunque la adaptación ha sido relativamente fácil para las niñas, sus padres viven con angustia, preocupados por los posibles cambios que podrían traer las nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Entre enero y marzo de 2025, cerca de 2.300 ciudadanos colombianos fueron deportados, según cifras de Migración Colombia.
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Allí muchos colombianos prefieren mantenerse en casa o pasar desapercibidos para evitar ser detectados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
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Aunque esta familia solicitó asilo político amparándose en las garantías ofrecidas por el gobierno de Joe Biden, hoy viven con el temor de no recibir una respuesta favorable. “Nosotros llegamos acá y a buscar un mejor futuro, somos personas buenas y venimos a hacer las cosas bien”, concluyó Robison.
Padre e hijo en busca de un mejor futuro
En marzo de 2024, Manuel Teodoro se encontró con un padre y su hijo que, tras una dura travesía, lograron pisar suelo estadounidense. Exhaustos, compartieron los detalles de su odisea. “El clima es bastante, bastante fuerte, es inhóspito, a la espera de que la patrulla fronteriza nos recogiera, fueron aproximadamente 18 horas”, narró Benjamín, de 55 años, quien, junto a su hijo, de 31, tomó la decisión de salir de Cúcuta a EE. UU.
A Dani Pavón le pesa cada día la ausencia de su esposa y su hija de 7 años, quienes se quedaron en Colombia. Hace tres meses recibió otro golpe: tuvo que separarse de su padre, Benjamín. Se vieron obligados a despedirse sin saber si volverían a encontrarse. Hoy, su padre está en Chicago, y la distancia solo ha aumentado el vacío.
“Es un camino bastante fuerte, la persona que quiera hacer esa travesía debe venir preparado física, mentalmente. Tiene que venir preparado en todos los sentidos, porque es bastante exigente y fuerte”, recalcó Benjamín sobre la decisión de cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
En EE. UU. migrantes de diversas nacionalidades sienten incertidumbre desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
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Otros testimonios que temen a la deportación
En las calles de Nueva York donde se concentran migrantes de diversas nacionalidades, se respira un tenso silencio desde el regreso de Donald Trump
a la Casa Blanca. El equipo de Séptimo Día recogió los testimonios de colombianos que aseguran tener pruebas contundentes de que merecen el asilo, pues en Colombia eran perseguidos y temen por su vida si son deportados.
Steven Miranda, de 25 años, contó que solicitó asilo en Estados Unidos porque, según él, “sufría discriminación debido a mi orientación sexual”. Además, relató que fue víctima de abuso sexual por parte de su padrastro, un hombre que ya enfrentaba dos demandas por este mismo delito.
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Por esa razón, Steven decidió abandonar Colombia en busca de un futuro más seguro en el extranjero. Solicitó asilo en Estados Unidos bajo la categoría de persecución por orientación sexual, ya que cumplía con los requisitos establecidos. Meses después, compareció ante un juez de inmigración, quien evaluó su testimonio, los antecedentes penales de su padrastro y las denuncias interpuestas. Tras corroborar los hechos, el magistrado determinó que Steven decía la verdad y, en un fallo poco común para un inmigrante, le otorgó el estatus de residente en Estados Unidos.
Sin embargo, quienes como Steven lograron regularizar su estatus gracias a una política migratoria demócrata e incluyente, hoy viven con temor ante la posibilidad de que sus casos sean revertidos, debido al endurecimiento de las políticas impulsadas por el nuevo presidente. “Estoy asustado. No sé qué tiene en contra de nosotros los latinos”, afirmó.
Estadounidenses apoyan a la comunidad inmigrante en Estados Unidos.
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Por otro lado, una funcionaria pública, quien no quiso revelar su identidad, aseguró que tuvo que salir de Colombia debido a las constantes amenazas. A pesar de que tiene pruebas contundentes de como demostrar las amenazas en su contra, su petición de asilo no prosperó.
“Siento mucho temor de volver a Colombia, porque esas personas me estaban siguiendo, estaban pendientes de lo que yo hacía, saben dónde vivo y conocen todo mi entorno familiar. No sé qué pueda pasar. No puedo estar tranquila en ninguna parte”, contó a Séptimo Día.
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Hablan expertos
Jinny Núñez es abogada en Nueva York. Nació en Estados Unidos
, pero es hija de padres dominicanos. Reveló que recibe llamadas constantes de inmigrantes angustiados por el estado de sus procesos migratorios.
“Las personas que ya tiene orden de deportación, pero también todos los que están indocumentados o tienen un historial criminal o que violaron alguna ley inmigratoria, puede ser sujeto a deportación”, mencionó.
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Asimismo, recomendó que, si un agente del ICE se presenta, el inmigrante debe guardar silencio y limitarse a decir que desea hablar con un abogado. “No recomiendo mostrar el pasaporte, porque al hacerlo estás admitiendo tu país de origen, y eso puede facilitar el proceso de deportación”, explicó.
Por ahora, miles de familias viven con miedo e incertidumbre, la esperanza de encontrar un futuro seguro en Estados Unidos persiste. Aunque el panorama migratorio se torna cada vez más desafiante, muchos inmigrantes siguen luchando por su derecho a una vida digna, aferrándose a sus sueños y a la posibilidad de ser escuchados y protegidos.