La investigación de Diego Guauque para Séptimo Día se centra en el candente debate sobre el uso del castigo físico en la crianza de los hijos en Colombia. Este tema ha cobrado relevancia tras recientes casos de maltrato infantil y la aplicación de la ‘Ley Antichancleta’. Conozca hasta qué punto puede llegar un padre en la corrección de sus hijos, examinando tanto las implicaciones legales como las opiniones de expertos y la sociedad.
A finales de abril, en Itagüí, Antioquia, un niño de solo tres años fue víctima de una atroz golpiza propinada por un adulto. El principal sospechoso es el padrastro del niño, y los testigos aseguran que lo hizo porque el menor se orinó en la cama. Era un castigo claramente desproporcionado. En casos como este, las leyes que protegen al menor son muy claras y el padrastro podría enfrentar una sanción severa.
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Por otro lado, una madre en Bogotá asegura que tuvo que utilizar un cinturón para castigar a su hijo, quien, según ella, la agredió fuertemente y la empujó al suelo. Sin embargo, ese caso tuvo un giro inesperado cuando la mujer perdió la custodia de su hijo por haberle pegado dos correazos tras una discusión. Esto desató aún más la polémica sobre los límites de la disciplina física y la necesidad de enfoques alternativos en la crianza de los hijos en Colombia.
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Ante estos dos casos y las alarmantes cifras de maltrato infantil en el país, quisimos saber cómo funciona la 'Ley Antichancleta' en Colombia, cuándo se da la pérdida de custodia y en qué delitos se incurre por estos. Asimismo, consultamos diferentes fuentes y les preguntamos cuál sería la manera correcta de criar a un hijo y hasta qué punto puede llegar un padre de familia.
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Adicionalmente, el pasado jueves 9 de mayo, sobre la 1:00 p.m., realizamos un experimento social en un restaurante de Chapinero, en Bogotá. Una cámara capturó una escena que amargó el almuerzo a los comensales: un adolescente le patalea a su mamá por el plato que ella acaba de ordenar. La temperatura de la discusión continuó en alza y, cuando estaba en su punto más ardiente, la situación descendió abruptamente.
La madre también perdió el control y desenfundó su cinturón. Los presentes permanecieron helados ante el espectáculo que presenciaban. La charla de los clientes giró en torno a si la mamá debía darle con la correa o dialogar con él.
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Esta escena plantea un viejo debate sobre cómo se deben corregir a los hijos ante situaciones de alta patanería. ¿La correa sí o no?
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Mientras la 'Ley Antichancleta' busca proteger a los menores de abusos, el desafío radica en encontrar un equilibrio que promueva el diálogo y el respeto mutuo en el hogar. La investigación de Diego Guauque y el experimento social en Bogotá enfatizan la necesidad de seguir debatiendo y educando sobre las mejores prácticas de crianza para asegurar el bienestar de las futuras generaciones.