
Entre 2022 y 2023 se reportaron varios asesinatos de jóvenes universitarios, en su mayoría hombres pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, en las ciudades de Bogotá y Medellín. Las víctimas compartían un patrón inquietante: todos fueron hallados desnudos, con signos evidentes de violencia y en posiciones similares. Ante estos hechos, las autoridades emprendieron una intensa investigación que los llevó a descubrir un atroz modus operandi.
Crimen de un médico en Bogotá
Los hechos ocurrieron el 27 de octubre de 2022, cuando el cuerpo del médico panameño José Luis Santamaría, de 34 años, fue hallado incinerado dentro de su bañera en un apartamento en Chapinero.
Según las autoridades, el cuerpo presentaba tres heridas con arma cortopunzante: dos en el pecho y una, mortal, en el cuello. Además, el celular y los objetos personales de la víctima habían desaparecido. Sin embargo, los investigadores encontraron una pista clave que no solo ayudaría a identificar al sospechoso del crimen, sino que también lo vincularía con otros asesinatos.
“El celular arrojó unas celdas de ubicación, las cuales no se movían del mismo rango donde esta persona se la pasaba en Chapinero. Ahí empezamos a seguirle el rastro”, afirmó Óscar García, integrante del grupo de la DIJIN a Séptimo Día.
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Asimismo, se confirmó que, el día de su muerte, se registró un cambio inusual en las ubicaciones habituales del joven. Además, se descubrió que su tarjeta SIM había sido reemplazada por otra, registrada a nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de Administración de Empresas, sin antecedentes judiciales.
Tras una ardua investigación, las autoridades descubrieron que, a través de redes sociales, el joven señalado había publicado fotografías luciendo las pertenencias que habían sido reportadas como desaparecidas tras el asesinato del médico . Desde entonces, los investigadores comenzaron a seguirle la pista.
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Pistas claves del asesinato
A pesar de que durante varios meses las autoridades estuvieron interceptando la línea telefónica de José Leonardo Quevedo, en enero de 2023 este apagó su celular por completo. Sin embargo, en mayo de ese mismo año, un nuevo crimen volvió a alertar a las autoridades.
José Ariel Jiménez, de 21 años, fue hallado en su vivienda, en la localidad de Barrios Unidos, semidesnudo y asfixiado con la funda de una almohada. Las autoridades comprobaron que la funda presentaba rastros de sangre y otros fluidos biológicos.
Además, se determinó que al joven también le habían sido robados sus objetos personales. Pocas horas después del asesinato, apareció en redes sociales una fotografía del computador de la víctima, publicada por José Leonardo Quevedo.

Gracias a las cámaras de seguridad de la zona, se logró identificar a un joven cuyas características coincidían con las de la persona que presuntamente habría atacado al médico panameño. ¿Estaría el mismo sujeto involucrado en este asesinato?
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El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra José Leonardo Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue detenido al día siguiente en Chapinero. Según las autoridades, el sujeto tenía en su poder pertenencias de ambas víctimas, quienes fueron encontradas sin vida en el interior de sus viviendas.
Aunque Quevedo nunca aceptó cargos, las pruebas en su contra comenzaron a apilarse cuando los investigadores descubrieron que había otros casos similares en Bogotá y Medellín.
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Otros crímenes
El 3 de mayo de 2023, David Steven Mosquera, un estudiante de actuación de 27 años, fue encontrado sin vida en su apartamento en Chapinero. Según la investigación, el crimen ocurrió en circunstancias similares a las de los casos anteriores. Las cámaras de seguridad registraron a la víctima ingresando a su vivienda acompañado de un hombre, quien horas después salió del lugar llevando consigo las pertenencias de David.
"En redes sociales, el asesino seguía utilizando sus objetos personales. Este tipo continuó usando las cuentas de David incluso después de asesinarlo", contó un amigo de la víctima, quien aseguró que el sujeto cambió la foto de perfil de David por una suya, sin modificar el nombre de la cuenta.
Otro asesinato se sumó a la investigación cuando las autoridades encontraron que a Quevedo le habían impuesto un comparendo días antes, cuando se movilizaba en un vehículo que había sido reportado como robado. Su dueño era Néstor Alberto Gómez León, médico esteticista de 37 años, que curiosamente fue asesinado entre el 10 y 11 de marzo de 2023 en su casa en Chapinero.

Asimismo, las autoridades descubrieron que la fecha de ese asesinato coincidía con la de otra muerte de un hombre de la comunidad LGBTIQ+, ocurrida el 11 de abril de 2023 en el barrio Manrique Oriental, en Medellín. La víctima fue Jason Molina Triana, un estudiante universitario de 23 años, quien fue hallado sin vida y envuelto en una cobija.
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Las cámaras de seguridad del sector captaron un vehículo perteneciente a Néstor, que en ese momento estaba siendo conducido por José Leonardo Quevedo, por lo que lo implicaba en el crimen.
Modus operandi
Luego de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Después los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba.
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Según las autoridades, su motivación era principalmente económica, además nunca aceptó los cargos por los cinco homicidios. “Él tenía la motivación muy clara y era lucro. Encontramos sus cuerpos, pero no los elementos de valor de las víctimas. Él tiene que matar a sus víctimas para no dejar rastro, por ende, tiene que eliminarlas”, dijo Daniel Bolaños, perfilador criminal de la DIJIN.
Carlos Vidal Reyes, psicólogo forense y exfiscal judicial, aseguró que: “Este tipo de asesinos construyen una fachada y es precisamente una máscara. Esa máscara es la que muestran al mundo, en este caso como un supuesto estudiante universitario que tiene una pareja, pero eso hace parte de esconder su rostro real”, y agregó “sí se cataloga como un asesino serial por las características de las víctimas que todas son similares y por la ejecución del delito”.
El 7 de abril de 2025, una juez lo condenó a 39 años y 3 meses de prisión por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel Jiménez solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera un juicio.