Amigas descubrieron que habían sido intercambiadas al nacer: “El destino nos quería unir”

Carolina Erazo y Marcela Rodríguez se conocieron en el año 2008 cuando ingresaron a la Universidad Javeriana de Bogotá para estudiar Nutrición, se hicieron amigas sin sospechar que algo más las unía. En el 2012, Séptimo Día investigó esta historia de dos mujeres intercambiadas al nacer.

“Yo le agregué a Facebook, entonces vi que decía 6 de septiembre del 88 y al día siguiente le pregunto cómo '¿Caro, tú cuando cumples años?’ y me dijo ‘el 6 de septiembre’ y yo le dije '¿de qué año?’, me dijo ‘del 88’, yo dije ‘yo también nací ese mismo día’, entonces nos reímos”, recordó Marcela.

Las preguntas siguieron y las jóvenes se dieron cuenta que no solo habían nacido el mismo día sino también en la misma clínica, la San Pedro Claver y con unos pocos minutos de diferencia. Más allá de ser una coincidencia, Marcela encontró que Carolina, su compañera de universidad, tenía un gran parecido físico con su hermana Paola.

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La joven les mostró las fotos a sus padres Claudia Campos y Miguel Rodríguez. “Cuando llegamos a esta foto era verme yo, así era yo joven y otra ver el parecido de Pao”, aseguró entre lágrimas Claudia, madre de crianza de Marcela.

Carolina hizo lo mismo y mostró las fotos de su compañera Marcela a su madre Dunia Restrepo. “Cuando en una foto en que la vio sonriendo yo le digo a Caro ‘mira, la sonrisa es bien parecida a la mía’. Yo decía 'pero esos ojos se parecen a los de mi esposo'”, recordó la mujer.

La situación fue tan confusa para las dos familias que decidieron reunirse y tratar de explicar las razones por las que Marcela se parecía a la familia de Carolina y a su vez ella a la de Marcela.

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Finalmente, un resultado de ADN entregado por el doctor Juan Yunis resolvió sus dudas: “Se mostraba que Diana Carolina Erazo Restrepo no es hija de Elmer Erazo ni de la señora Dunia Restrepo, sino que es hija de Miguel Rodríguez y de Claudia Campos... lo mismo ocurría para el caso de Claudia Marcela”, señaló el médico.

Las dos jóvenes descubrieron que fueron intercambiadas al nacer. Ambas madres recordaron que tras dar a luz no les dejaron ver a las bebés.

Un error en la clínica San Pedro Claver les cambió la vida: cada una fue entregada a la familia equivocada, pero 20 años después se encontraron en la misma universidad. “Es el destino el que nos quería unir”, señaló Carolina sobre esta coincidencia.

A partir de ese momento, más que amigas Marcela y Carolina se convirtieron en hermanas. En el 2016, Séptimo Día las volvió a contactar. Para ese momento ambas ya se habían graduado de la carrera de Nutrición y Carolina vivía en Houston, EE. UU., donde tomaba clases de inglés. Marcela seguía en Colombia, se casó y tuvo una niña.

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Cada una sigue tratando de ganar un lugar en la familia que conocieron 20 años después de ser intercambiadas al nacer. Ambas tomaron acciones legales contra el Estado y para el año 2023 aún no recibían una reparación económica por lo sucedido.

Reviva la investigación completa de Séptimo Día aquí :