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Raoul Trujillo se enfrentó a su padre para convertirse en artista: "No soy un hombre"

El actor estadounidense Raoul Trujillo creció en un hogar lleno de amor, pero muy tradicional, de Nuevo México, en el que no se aceptaba su deseo de bailar y actuar. Antes de morir, su padre lo sorprendió con unas tiernas palabras.

Raoul Trujillo es un reconocido actor estadounidense que a través de su trabajo, también como bailarín y coreógrafo, se ha destacado en el séptimo arte no solo por sus rasgos físicos, sino por lo orgulloso que está de sus raíces de los pueblos aborígenes. Estas características le abrieron las puertas para importantes producciones como Apocalypto (2006) y, próximamente, para una película colombiana.

Este hombre que habla diferentes idiomas y lenguas indígenas, nació en Los Alamos, Nuevo México, un lugar de condiciones desérticas especialmente recordado a nivel mundial por ser el sitio en el que miles de científicos y militares prepararon una bomba nuclear. Sin embargo, para Raoul Maximiano Trujillo es el sitio en el que creció, dentro de un hogar lleno de amor.

A pesar de tener un gran amor por sus padres y hermanos, para Trujillo fue un gran reto hacer entender a su papá que su gran sueño era ser artista. Cuando recuerda a su progenitor se refiere a él como "un hombre, hombre. Fiero, cazador y trabajó duro y mucho, no hablaba mucho, tenía una paciencia enorme".

Raoul Trujillo, ahora como todo un hombre y también padre, logra entender lo que en su juventud tal vez provocó su rebeldía para salir de su hogar en busca de cumplir el sueño de ser un gran artista. "Era difícil para él porque no conocía otra manera para vivir. Decía: 'El hombre trabaja, se casa, compra un carro'".

"Recuerdo una vez que estábamos sentados todos y me dice: '¿Qué haces tú? No tienes trabajo, no te has casado, no tienes un carro, no tienes nada'. Entonces yo dije: 'bueno, si tengo que hacer eso para ser hombre, no soy un hombre'".

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En medio de su rebeldía, que lo llevo a salir a los 20 años de su hogar hacia México, Canadá, Alemania y otros países en los que se formó como bailarín de danzas aborígenes, actor y hasta se convirtió en militar, Raoul Trujillo reconoce que su padre era un "gran hombre" y recuerda entre lágrimas el momento en que, en la puerta de su casa, le dijo: "Papá, yo te quiero mucho, pero déjame en paz por favor".

Finalmente, Raoul Trujillo ha brillado internacionalmente en el séptimo arte con sus papeles en más de 30 largometrajes, en los que siempre ha destacado por el orgullo que tiene por representar esos diferentes pueblos indígenas de los que viene su familia. Su gran reconocimiento mundial llegó en 2006, cuando protagonizó Apocalypto, una cinta dirigida por Mel Gibson.

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Bastante conmovido este actor, que ahora se prepara para una producción colombiana, revela que a pesar de las diferencias con su padre, "terminamos muy bien".

Raoul Trujillo agradece a la vida que, durante los últimos años de vida de su padre, "pasó mucho tiempo en mi rancho y ya yo tenía caballos y tenía todo, estuve ganando dinero, y seis meses antes nos tomamos una foto juntos y él me vio y me dijo: 'Llegaste, siento orgullo de ti' y eso fue todo".

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