Los Corraleros de Majagual, la universidad de la música tropical en Colombia

En 1961 la casa disquera Discos Fuentes estaba angustiada porque un joven acordeonero de nombre Aníbal Velásquez era la sensación del momento. Al ver el éxito del artista, el dueño del sello discográfico decidió crear un grupo que no solo compitiera con Velásquez, sino que también pudiera enriquecer la cultura sonora del país. Estos serían Los Corraleros de Majagual.

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Para hacer eso, necesitaban a un talento igual de excepcional al de Velásquez, por lo cual Alfredo Gutiérrez entró a la ecuación. Calixto Ochoa fue el primero en proponer a Gutiérrez como pieza clave del proyecto, puesto que quería que el grupo tuviera un aire fresco.

“Aníbal, no vamos a decir que lo tumbamos, eso sería falso, pero ya tenía competencia”, comentó Gutiérrez.

Para muchos, la época en la cual Alfredo Gutiérrez, quien ha recibido tres Congas de Oro y ha sido elegido también tres veces como Rey Vallenato, estuvo al frente, fue la cúspide de Los Corraleros de Majagual. Los melómanos dicen que esta etapa produjo el cambio más importante en la música sabanera.

“Yo le digo a Alfredo Gutiérrez que él es el Bruce Lee del acordeón; inquieto, muy inteligente y con un sabor único que le dio lustre en sus inicios a Los Corraleros de Majagual”, acotó Julio Ernesto Estrada, Fruko.

En 1965, por un desacuerdo con la disquera, Alfredo Gutiérrez abandonó al proyecto y en su reemplazo llegó el gran Lisandro Meza, aunque en definitiva, no fue lo mismo.

“Lo que pasa es que Alfredo Gutiérrez se da cuenta de que Discos Fuentes registra el nombre de Los Corraleros de Majagual y eso lo molestó“, explicó el historiador musical y periodista Hernán Darío Usquiano.

Ahí comenzó la carrera en solitario de Gutiérrez, la cual le trajo grandes éxitos personales.

“Era una de esas agrupaciones que tú nunca sabías que venía. Venía una estrella y de repente venía otro que te ponía a gozar con otra cosa, y venía otro que venía con otro cuento, vivían todo el tiempo como en una obra de teatro musical, entonces era algo hermoso donde la gente se divertía mucho“, comentó Rolando Ochoa, acordeonero e hijo del maestro Calixto Ochoa.

Para el vallenatero Gustavo Gutiérrez, el gran problema de las agrupaciones es que, cuando tienen éxito, cada uno de sus integrantes comienza a hacer sus proyectos por separado.

Por sus filas pasaron personalidades como Julio Erazo, Nacho Paredes, Rosendo Martínez, Chico Cervantes y muchos otros talentos que hicieron de Los Corraleros una verdadera institución musical.

“Los Corraleros de Majagual fueron un grupo internacional y muy representativo para la música colombiana”, expresó el cantautor vallenato Silvio Brito.

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