
Han pasado casi tres décadas desde la primera vez que Aurelio Cheveroni apareció en las pantallas de los hogares colombianos a través del programa infantil Club 10, de Caracol Televisión. A lo largo de esta historia, este personaje ha sido mucho más que un títere para miles de colombianos que crecieron viéndolo. Definitivamente se convirtió en un ícono de la televisión nacional que, aunque desapareció por 10 años, hoy está de regreso con su característico humor y desparpajo.
Ahora tiene 27 años y regresó con más energía, irreverencia y peluche que nunca. Luego de una década alejado de las cámaras, ahora ocupa un nuevo espacio en la franja de la televisión nacional, pasando de las mañanas de los fines de semana a acompañar las noches de los colombianos de lunes a viernes como el nuevo jurado de Yo Me Llamo Mini. Su llegada ha causado revuelo en grandes y chicos.
Así nació Aurelio Cheveroni
“Yo nací en 1998, cuando apareció ese gran programa, genial y fantástico que se llamó Club 10. Nací casi al mismo tiempo que nació el Canal Caracol, y siempre he estado aquí”, afirmó el lobo feroz en diálogo con Se Dice De Mí. En realidad, la historia de Aurelio Cheveroni tiene mucho de mito y mucho de realidad, adaptándose a la realidad colombiana, la imaginación de los niños y el mundo de los adultos.

Este lobo rojo fue creado por Andrés Huertas Motta y Armando Barbosa, quienes imaginaron un universo infantil donde convivían niñas y niños, una gata, un dinosaurio y por supuesto, un lobo colombiano con mucha labia y poca vergüenza. Huertas Motta resaltó que se inspiró en el famoso lobo de Caperucita Roja, pero quiso imaginarlo en una versión a la colombiana. “Es ese farolero, mal vestido, que cree que se las sabe todas, que piensa que se levanta todas las nenas. El lobo típico colombiano”, explicó.
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Con el paso de los años la apariencia de Aurelio Cheveroni se ha transformado, pero su esencia ‘casposa’ y tierna se mantienen intactas. Empezó siendo un lobo de color fucsia y aseguró que “fui traído desde Estados Unidos junto con otros títeres que finalmente no se usaron por ser demasiado pesados”. En medio de las grabaciones de Club 10 Aurelio empezó a desgastarse y, ya que no había más peluche de color fucsia, el títere se mandó a hacer nuevamente con un tono rojo. La excusa perfecta para ese momento en la historia infantil fue que había crecido, ya no era un niño, sino un jovencito igual de irresponsable y auténtico, pero que finalmente “cambió de piel”.
La mente y brazo detrás de Aurelio Cheveroni
El encargado de darle vida al personaje es Fernando Rojas, actor y titiritero que estudió los movimientos, hábitos y gestos de un lobo durante meses antes de ponerse el títere por primera vez, con el paso de los años asegura que Aurelio se ha convertido en una especie de "máscara" o "armadura" para él. “Es una mezcla entre un niño, un adulto y un animal”, aseguró y recalcó que en el caso de este particular lobo “era un personaje de la fauna nacional, el lobo es ese personaje que hiperdimensiona su estatus social y siempre se cree de mejor familia”.

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La gran trayectoria de Aurelio Cheveroni en el Club 10
Durante sus años en Club 10, Aurelio grabó más de 500 capítulos en 20 temporadas y recorrió el país en una gira de conciertos infantil. Compartió escena con figuras como, Carmen Villalobos , Paola Dulce, Lina Patiño y sus otros amigos títeres Dinodoro y Mary Moon, quien hoy lo considera su mejor amigo: “Hicimos muchos conciertos, peleamos mucho, no nos quisimos un tiempo y luego nos volvimos a querer. Es mi partner”.
También formó una entrañable amistad con Juliana Velásquez , actriz y cantante colombiana que creció junto a él en el programa: “Fue de las mejores experiencias de mi vida. Compartimos giras, conciertos y sueños. Me forjó el carácter”. Por su parte, Aurelio también la recordó: “Ella tenía como 6 o 7 años cuando entró y fue muy buena la química que tuvimos, la pasamos súper bien. Ella canta increíble, es productora, es una talentosa actriz, la quiero mucho”.
Las travesuras, ocurrencias y aprendizajes de Aurelio Cheveroni a lo largo de esos años se convirtieron en grandes anécdotas que, de alguna manera, el enseñaban algo a todos los niños que se conectaban cada fin de semana para verlo. Pero tras 20 temporadas el programa le dijo adiós a Caracol Televisión en 2015 y causó un gran impacto entre quienes crecieron viéndolo. “Fue una satisfacción increíble de haberle llegado a un público hasta que llegó el final de una etapa, el final de un ciclo y así sucedió, llegó a su punto final”, señaló el lobo.
El regreso de Aurelio a la televisión
El retorno de Aurelio Cheveroni a la televisión definitivamente no pasó desapercibido. En Yo Me Llamo Mini, Shela Aguilera, gerente de formatos de Caracol Televisión, explicó que “era la primera vez que traíamos un nuevo jurado a la mesa, decidimos que el personaje que iba a acompañar a los niños tenía que ser un ícono en Colombia y para los niños y, además, un personaje que tuviera experiencia en los escenarios”. Laura Acuña lo resumió así: “Es un personaje que no muere. No importa la época ni la generación, siempre será ganador”.
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Fiel a su estilo, cada noche Aurelio Cheveroni sorprende, hace reír y hasta enojar a los jurados de Yo Me Llamo Amparo Grisales, César Escola y Rey Ruiz, pero ha sabido mantener la buena energía y no guardarse nada cuando de diversión se trata. A pesar de los 10 años alejado, sigue siendo el lobo carismático y divertido de siempre, eso sí, también conserva su espíritu coqueto, el cual a veces lo mete en problemas con Amparo Grisales, Melina Ramírez y Laura Acuña. Bromeó diciendo sobre ‘la diva de Colombia’ que: “Tenemos lo nuestro, hemos salido como tres veces... bueno, a charlar, porque ella se enoja por todo. ¡Nos vamos a casar!”.
Le gustaría decir que durante todos estos años estuvo “paseando por Europa, conquistando lobitas”, pero confesó que realmente lo tuvieron guardado en una caja, aguardando para su gran regreso que finalmente ocurrió. César Escola, compañero en el jurado, admitió que “Aurelio tuvo que ser muy inteligente para manejarle el humor a Amparo. Ambos son muy frenteros”. En realidad Aurelio Cheveroni está haciendo lo que mejor sabe: hacer reír, provocar, entretener y robarse el show, demostrando que su cariño por los niños colombianos crece cada día más.

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