El número de muertes por COVID-19 acaba de superar la barrera de los cuatro millones, anunció el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien reiteró su preocupación por el aumento de contagios en varias regiones del planeta.
Esta cifra, matizó en una rueda de prensa, "seguramente es una estimación menor al número real" de muertes por COVID-19 en una pandemia que "se encuentra en un momento peligroso".
Tedros advirtió de que mientras muchos países con altas tasas de vacunación ya están relajando sus medidas de prevención sanitaria, en otras zonas aún hay aumentos de contagios y hospitalizaciones, lo que causa en ellos una preocupante escasez de oxígeno y otros tratamientos.
El máximo responsable de la OMS insistió en que la desigual distribución de vacunas y la aparición de variantes más contagiosas del coronavirus, que puede ser más rápida en comunidades con menor inmunización, son factores que explican la expansión de la enfermedad en diversas zonas de África, Asia y Latinoamérica.
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La desigualdad en la vacunación "no tiene justificación moral y es una estrategia de sanidad pública ineficaz contra un virus respiratorio que está mutando rápidamente", aseguró Tedros.
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Insistió en que "las variantes del coronavirus por ahora están ganando la carrera contra las vacunas" y afirmó que "el hecho de que millones de trabajadores sanitarios y cuidadores no hayan podido vacunarse aún es abominable".
De cara a la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 que se celebra esta semana, el director general de la OMS pidió que se tomen en ella medidas urgentes que permitan acelerar la producción y distribución de vacunas, tratamientos y otras herramientas contra la COVID-19.
En este sentido, Tedros celebró que se haya descubierto un nuevo tratamiento efectivo para los casos graves de COVID-19 (con interleucina-6, también llamada IL-6), pero advirtió de que en muchos países es de difícil acceso por su alto coste, algo que debe intentar solucionarse mediante cooperación internacional.
Los países con más muertes por COVID-19 desde el inicio de la pandemia son Estados Unidos (600.000), Brasil (525.000), la India (433.000), México (233.000) y Perú (193.000), según las estadísticas de la OMS.
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La cifra global de fallecidos semanales ha ido descendiendo desde hace más de dos meses, pero se teme que la curva puede ascender debido al nuevo aumento de casos que a nivel mundial se ha producido en las dos últimas semanas, favorecido por el avance de la variante delta del coronavirus.