La vacuna COVID-19 es sin duda, hasta ahora, la medida farmacológica más importante para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedad grave y muerte por el virus. Sin embargo, no significa que una persona vacunada no puede fallecer tras contagiarse.
“Es importante recordar que las vacunas no hacen magia, disminuyen la probabilidad de contagio y formas severas de la enfermedad, la disminución de esta probabilidad es importante y significativa, pero no eliminan totalmente el riesgo”, explica Christian Pallares, médico epidemiólogo.
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Eso aplica para todas las vacuna COVID-19.
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“Todas las vacunas disponibles en Colombia, que son Pfizer, Sinovac, AstraZeneca y la de Janseen, siguen demostrando ser seguras y efectivas en la reducción de infectarnos, hospitalizarnos y morir por coronavirus. Sin embargo, a pesar de ya estar vacunado, las infecciones se pueden seguir presentando porque existe una gran circulación del virus, tenemos variantes que son de una mayor capacidad de transmitirse y de contagiar”, señala José Oñate, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología.
Los casos de infección en una persona vacunada son un llamado de atención de que una medida de protección, por ahora, no reemplaza a otras.
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Vacuna COVID-19 y autocuidado
“Las medidas de autocuidado son el complemento perfecto: higiene de manos, uso adecuado del tapabocas, mantener el distanciamiento, evitar aglomeraciones y sitios poco ventilados, eso va a ayudar a protegernos de una manera muy importante contra el contagio y la vacuna nos ayudará a protegernos contra las formas severas de la enfermedad, es decir, la inmunización y el autocuidado son el complemento perfecto para salir adelante en esta pandemia”, subraya Pallares.
Además, es necesario recordar que con la vacuna COVID-19 no desaparecen las comorbilidades ni factores de riesgo como la edad.
“Si estamos hablando personas que tienen comorbilidades como diabetes, hipertensión, obesidad o mayores, en estas personas la vacuna tiene un efecto importantísimo en disminuir el riesgo complicaciones, pero ni esta vacuna ni ninguna vacuna que ha creado el mundo disminuye la probabilidad de enfermedad severa o de morir por la infección por la que está cubriendo la vacuna en un 100 por ciento, ninguna vacuna hace eso”, asegura el epidemiólogo.
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Es por esto que el proceso de vacunación debe acelerarse. Mientras tanto no se pueden relajar las demás medidas de prevención.
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