Nick Humphreys, un joven de 29 años adquirió un severo daño en su córnea, luego de que una bacteria se quedara incrustada.
Todo empezó en enero de 2018, cuando decidió tomar una ducha con los lentes de contacto puestos, luego de ejercitarse.
Días después, sintió una molestia en el ojo derecho y su visión comenzó a fallar progresivamente.
Por desgracia, se trataba de una herida en su córnea y no de una simple irritación como supuso. Al visitar a su médico, se le realizaron una serie de exámenes que arrojaron como resultado un positivo para queratitis por acanthamoeba, una clase de infección causada por una ameba que vive y se reproduce en el suelo y el agua.
Esta enfermedad, produce un gran dolor ocular junto a un enrojecimiento y fotofobia.
“Pasé de ir al gimnasio cada dos días y jugar fútbol tres veces por semana, a quedarme en casa por seis meses y perder la voluntad de vivir”, contó Humphreys a Fox News.
Un año después tiene una pérdida de la visión del ojo derecho.
La duda del cambio de los lentes tradicionales a los de contacto había estado en la mente de Nick por un buen tiempo, ya que las gafas se le habían convertido en un estorbo a la hora de realizar deporte.
"A mediados de los 20, comencé a lanzarme al ejercicio y en ese momento pensé que mis lentes eran un obstáculo enorme", dijo Nick y agregó: "cuando finalmente superé mi miedo de poner lentes de contacto, pensé que eran lo mejor”.
Humphrey está actualmente esperando un trasplante de córnea y ha decidido dar a conocer su caso para crear conciencia y que otras personas no cometan el mismo error.
Updated: julio 11, 2019 07:55 p. m.