Una mujer terminó en una unidad de cuidados intensivos tras consumir un pesto artesanal que compró en un mercado local. La pacientecontrajo una peligrosa bacteria
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La batalla médica de Doralice Carneiro Sobreira Goes comenzó en enero de 2022, cuando decidió apoyar a los comerciantes locales y comprar un frasco de pesto en un mercado de agricultores.
Los problemas comenzaron al día siguiente de consumir el producto, cuando, después de 11 horas de sueño, sentía que su cuerpo no estaba bien y tan solo 24 horas después terminó con una parálisis del cuello para abajo.
Según el Daily Mail, la brasileña compró el pesto a finales de 2021 y lo dejó guardado en su alacena por un mes. Al momento de consumirlo, la mujer manifestó que el alimento parecía estar en óptimas condiciones.
Así mismo, aseguró que el vendedor no le dio alguna clase de instrucción sobre su almacenamiento y el frasco de pesto de no tenía fecha de vencimiento.
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"Cuando finalmente decidí comer un poco, estaba delicioso", comentó Goes, asegurando que horas después estuvo en el servicio de urgencias porque su cuerpo no respondía.
"No podía mover mi cuerpo, así que me tiré fuera del auto", detalló.
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Los médicos comenzaron a hacerle diferentes exámenes, pero su constante vómito y dificultad para respirar hicieron que fuera difícil la atención, pese a que en ese punto ya solo podía mover dos de sus dedos.
El diagnóstico de los especialistas es que Doralice padecía botulismo, una grave enfermedad producida por toxinas de la bacteria Clostridium botulinum, las cuales pueden generar problemas en el sistema nervioso humano y potencialmente la muerte.
El botulismo alimentario, la forma más común de la enfermedad, se produce al consumir alimentos mal empacados o con conservación inadecuada, especialmente vegetales y enlatados caseros.
La mujer comenzó a recibir tratamiento inmediato, sin embargo, debió permanecer un año en el hospital y con fisioterapia para superar la parálisis generada por el consumo del pesto artesanal.
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"Recibí tratamientos todos los días de la semana, desde liberación miofascial hasta analgesia, láser, ventosas, pilates para recuperar el tono muscular, fortalecimiento y fisioterapia pulmonar", comentó.
A pesar de haber visto su vida en peligro, la mujer, quien hoy está recuperada, ve con optimismo el futuro, aunque admitió que ahora tiene más cuidado con la comida que compra y consume.
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