El COVID-19 se comporta de forma menos grave en los niños que en los adultos. Aun los más vulnerables a las complicaciones por este virus siguen siendo las personas mayores con enfermedades crónicas. Así lo muestran los datos.
“En este momento de los 2.8 millones de personas infectadas en el país solo 212 mil son niños y de la letalidad van 71 mil fallecidos, de los cuales son 350 niños, pero solo a 150 se les ha podido atribuir causa directa el coronavirus dentro de la población pediátrica. En conclusión, solamente entre el 7 y 8 por ciento de todos los casos de COVID diagnosticados en el país son niños”, indica Alejandro Mojica, infectólogo pediatra.
Por supuesto, el incremento de contagios no discrimina y el alto número de casos que se está presentando en este pico hace que también se disparen los casos pediátricos.
“De forma lógica se puede pensar que al tener más casos en la comunidad podríamos tener más pacientes pediátricos infectados. Finalmente, los niños viven con adultos que los cuidan y si los adultos se infectan pueden infectar a los niños. Obviamente, estamos pendientes de cualquier situación que esté cambiando en la epidemiología local, pero hasta ahora no tenemos evidencia de un aumento inusitado de casos comparando la población pediátrica con la población adulta”, explica Gonzalo Mesa, infectólogo pediatra.
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La mayoría de los niños que se contagia no presenta síntomas o hace cuadros leves de COVID. Los especialistas explican que quienes presentan complicaciones y mueren suelen tener algún factor que los predispone.
“Usualmente son o niños muy pequeños, neonatos, niños menores de un mes, o niños que tuvieron alguna secuela, enfermedades cardiovasculares, enfermedades congénitas y pacientes con una situación de bajas defensas, pacientes con cáncer”, dice Mesa.
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Así que el llamado sigue siendo, a pesar del bajo riesgo de complicaciones, a tomar medidas de protección y a tener muy en cuenta que cualquier síntoma respiratorio o gripal incluso en los niños también es sospechoso de COVID.
“Cada vez que tengamos un niño con síntoma respiratorio inmediatamente hay que hacerle aislamiento y garantizarle su prueba respectiva”, enfatiza Mojica.
“Lo importante es cuidarnos nosotros mismos con las medidas que hemos hablado desde el principio de la pandemia, que siguen siendo útiles: distanciamiento social, higiene de manos, uso de tapabocas, evitar aglomeraciones, mantenerse en espacios ventilados”, manifiesta Mesa.
Estas medidas se mantienen, por ahora, como la mejor arma contra el COVID, mientras avanzan los ensayos clínicos de vacunas en menores de 16 años.
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