Germán Molina, quien padece el síndrome de Churg Strauss, libra día a día varias batallas para sobrevivir, similares a las que recogen las 500 mil quejas que usuarios de EPS han interpuesto en medio de la pandemia en la Superintendencia de Salud .
Una de ellas es que quien diligencie las órdenes médicas en su EPS lo haga correctamente, pues solo cuenta con un aparato que le permite dos horas de autonomía respiratoria fuera de su casa y, si esa persona falla, su vida podría estar en riesgo.
Pero él mismo cuenta cómo en una ocasión perdió su salida de casa porque un funcionario puso en una orden un código errado. Y no es su único problema.
“Desastroso, nadie lo puede garantizar. Si yo hubiera recibido mi tratamiento oportuno, como era, en las condiciones que era, tal vez no estaría dependiendo de una máquina”, afirma.
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El Churg Strauss es una enfermedad autoinmune que, palabras más, palabras menos, significa que su mismo sistema inmunológico ataca a la persona, destruyéndole algunos órganos. En el caso de Germán, fueron los pulmones.
Él está con la EPS Medimás, que antes fue la caótica Cafesalud y primero fue Saludcoop, protagonista del desfalco de la historia por desviar 1,4 billones de pesos de la salud.
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