Un concierto en pleno vuelo con instrumentos de viento tiene en el ojo del huracán a Avianca y a la Filarmónica de Medellín.
Con el lema “compartir momentos inolvidables”, pretendían dar una sorpresa a quienes hacían la ruta Bogotá – Medellín. Sin embargo, acabaron poniéndolos en riesgo.
Especialistas en Infectología advierten que varias investigaciones han demostrado que los instrumentos de viento en las orquestas generan tanto o más aerosoles que una persona cantando, gritando e incluso estornudando.
"Ya sabemos que esos aerosoles son pequeñas partículas de saliva y secreciones nasales que pudieran transportar el COVID-19”, señala Jaime Castellanos, director del Instituto de Virología de la Universidad del Bosque.
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El experto explica: "Es una mala práctica en un sitio cerrado como un avión; así el aire sea reciclado y purificado”.
Y es que los protocolos de bioseguridad para el caso de los vuelos son muy estrictos: los pasajeros no pueden comer, no se pueden parar ni siquiera ir al baño. Deben portar el tapabocas todo el tiempo y ojalá ir en silencio.
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"Los músicos, por hacer una demostración muy agradable, pudieron haber generado contagios que eran innecesarios", concluyó el doctor Castellanos.
La Aeronáutica Civil ya asumió la investigación de este hecho particular y podría establecer sanciones.