Según la agenda legislativa, la reforma a la salud se radicaría en el mes de febrero. Frente a esto, en las últimas horas, múltiples organizaciones del sector se unieron e hicieron un contundente llamado al Gobierno nacional.
Son actores claves del sistema: organizaciones de pacientes, representantes de la academia, gremios de hospitales, las EPS, la industria farmacéutica, entre otros, que piden transparencia en primer lugar y, como punto de partida, que den a conocer ese proyecto de ley que busca reformar el sistema de salud.
Es que a pocos días de iniciar el trámite en el Congreso no se conoce el documento, el articulado formal, los detalles. Los actores del sistema de salud dicen que no es suficiente con los anuncios sueltos o entre líneas que se han hecho en algunos eventos y medios de comunicación.
Les preocupa que hasta ahora muchos de los anuncios sobre el tema han sido contradictorios, sin reconocer lo que se ha construido en 30 años, con afirmaciones equivocadas como que tenemos uno de los peores sistemas de salud o con datos erróneos como los que se presentaron sobre la deuda del sector, que luego fueron corregidos.
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Un cambio, por mínimo que parezca, nos podría terminar afectando a todos.
“Una de las principales preocupaciones que se han hecho muy explícitas en estos meses en diferentes escenarios es el reconocimiento que se le otorga al sistema de salud sobre sus avances y logros, sobre su posicionamiento internacional pero también sobre las verdaderas causas de los problemas que lo agobian. Por eso, la importancia de la discusión con carácter técnico sincera para tener muy claro esos problemas cruciales y cómo es que los vamos a resolver”, indicó Jairo H. Restrepo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la U. de Antioquia.
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Y precisamente quienes mejor conocen los problemas del sistema son los pacientes, esos que lo viven a diario y que afirman, al igual que otros sectores, que no han sido tenidos en cuenta para construir esta propuesta que dice ser un mandato ciudadano.
Al menos, es lo que dicen muchas organizaciones que agrupan gran cantidad de pacientes. Tienen razón al decir que al igual que está pasando con la reforma laboral o pensional, la de salud también debe basarse en la participación, el diálogo y la construcción colectiva.
Dicen que por no ser tenidos en cuenta fue que los pacientes construyeron su propia propuesta, que se conoció esta semana y está abierta para comentarios. Así que si no se sabe cuál es la propuesta formal del gobierno es difícil saber qué tanto puede haber en común o en desacuerdo con otros actores.
Precisamente, sobre el tema de diálogo y concertación, la ministra de salud señaló: “Creo que no hay reforma en la historia republicana que se haya discutido más que la de la salud sin haber sido radicada aún en el Congreso de la República que será el escenario de debate público”, señaló Carolina Corcho.
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Por otro lado, el grupo Acuerdos fundamentales, que reúne academia, organizaciones médicas y de profesionales de la salud también se pronunció hace unas horas reiterando su ánimo de participación con propuestas claras que llevan varios meses construyendo y que el actual gobierno ya tiene en sus manos.
Manifiestan que también desconocen el texto de la reforma y hacen un listado de las que serían las coincidencias; no obstante, plantean dudas que desean aclarar.
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