El reflujo gastroesofágico, donde el contenido del estómago se devuelve al esófago, puede manifestarse en cualquier momento de la vida. "Hay unos trabajos recientes en Colombia que han mostrado que esta enfermedad puede estar presente más o menos en el 10% de la población; hay otros que dicen que puede estar entre el 15 y el 20%", afirmó Alejandro Concha Mejía, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología. "Luego, si pensamos en un 20%, estamos hablando de mucha gente con esos síntomas alguna vez en la vida".
¿Qué síntomas genera el reflujo?
Los síntomas pueden ser muy variados, y mientras todos pueden experimentar acidez ocasional, algunos deben aprender a vivir con molestias persistentes. "Los síntomas son la sensación de quemazón detrás del esternón, eso se llama pirosis. La agriera que conoce la gente es la sensación de que se devuelve la comida", explicó Concha Mejía. Además, mencionó otros síntomas menos comunes, como "tos, lesiones dentales, cambios en la voz y episodios de asma".
Controlar el reflujo requiere un enfoque que combine tratamientos farmacológicos y cambios en los hábitos diarios. "Las mejores intervenciones siempre inicialmente serán no farmacológicas. Bajar de peso es muy importante; si usted tiene reflujo y baja de peso, es la intervención más significativa", destacó el especialista. Otros consejos incluyen evitar ciertos alimentos desencadenantes, no acostarse inmediatamente después de comer y evitar dormir sobre el lado derecho.
Es fundamental no automedicarse ni acostumbrarse a vivir con reflujo. "Usted no tiene que vivir con el reflujo y los síntomas; tiene que controlarlos con tratamientos", enfatizó Concha Mejía. Aunque el reflujo es una enfermedad crónica sin cura, hay opciones de manejo que permiten a las personas vivir tranquilamente. "Debemos estar claros en que necesitará tratamiento; no todos los días, pero sí un tratamiento que se ajuste a sus necesidades", añadió.
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Los tratamientos, siempre supervisados por un médico, son seguros y presentan pocos efectos secundarios. "Cada vez hay más alternativas de tratamiento seguras y efectivas, por eso es necesario consultar incluso para definir la necesidad de exámenes diagnósticos", concluyó el vicepresidente de la Asociación. Ignorar el reflujo no solo afecta la calidad de vida, sino que también puede ser un factor de riesgo para enfermedades graves, como el cáncer de esófago. Por lo tanto, es esencial asesorarse y adoptar hábitos saludables para manejar esta condición.