La pérdida de visión puede ser una experiencia frustrante y desafiante para muchos, pero existen recursos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con visión reducida.
Entre las herramientas mencionadas por la doctora Sara Marcela Castro Piña, optómetra de la Universidad del Bosque, están las lupas que amplían la visión y los lectores de pantalla que convierten el texto en voz. También se destacan instrumentos como el bastón blanco, que facilita el movimiento independiente; el perro guía que ayuda a moverse y evitar obstáculos; y el sistema braille, esencial para leer y escribir mediante el tacto.
Además, hay aplicaciones y dispositivos útiles para las tareas diarias, como desplazarse y reconocer objetos. Para la orientación, algunas apps ofrecen indicaciones detalladas y guías auditivas, utilizando GPS para proporcionar información sobre ubicaciones exactas o puntos de interés. Otras emplean la cámara del dispositivo, describiendo el entorno en voz alta para reconocer objetos y leer etiquetas.
Sin embargo, no todas las condiciones visuales son comunes, como lo explica el doctor Luis Gerónimo Restrepo, director de la Clínica Santa Lucía. Existen enfermedades raras que afectan a un número significativo de personas en todo el mundo. El síndrome de Charles Bonnet y la retinosis pigmentaria son ejemplos de condiciones que pueden tener un impacto en la visión y la calidad de vida de quienes la padecen. Estas enfermedades, aunque son poco frecuentes, requieren de una atención médica especializada y un manejo adecuado.
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Estas condiciones afectan diversas partes del ojo, como la retina, el nervio óptico y pueden manifestarse con síntomas como pérdida de visión, sensibilidad a la luz y visión borrosa. Cualquier persona que experimente síntomas visuales inusuales debe recibir atención médica de un profesional de la salud visual que le hará un diagnóstico preciso y un plan de manejo adecuado.
En este sentido, la adherencia al tratamiento es fundamental en el manejo de enfermedades visuales, incluyendo las menos comunes. Un estudio realizado por Penn Medicine destacó cómo la regularidad en las citas médicas puede prevenir una disminución significativa en la visión. La atención médica oportuna y constante marca la diferencia en el manejo de condiciones como la degeneración macular relacionada con la edad.
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En el caso del glaucoma, seguir las indicaciones médicas es vital para ralentizar el avance de la enfermedad. Los tratamientos pueden incluir medicamentos, gotas, comprimidos, procedimientos quirúrgicos o cirugía láser.
Las terapias médicas requieren que el paciente las administre correctamente. Sin embargo, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) estima que el 40% de los pacientes diagnosticados con glaucoma no cumplen con su régimen de tratamiento; las razones para esta falta de adherencia pueden ser diversas, como efectos secundarios, la edad o descuido.
El futuro de la salud visual está lleno de esperanza gracias a los avances médicos y las innovaciones tecnológicas, por lo que es fundamental que todos aquellos que enfrentan dificultades visuales busquen la ayuda necesaria y sigan las recomendaciones de los profesionales de la salud visual.
Para abordar algunos de estos desafíos, la Mesa Técnica de Salud Visual y Ocular, organismo de carácter intersectorial y transdisciplinario, compuesto por asociaciones de pacientes, científicos, academia y sector privado, tiene como objetivo aportar a la promoción y prevención del bienestar visual del país, buscando posicionar la salud visual como un tema central en la agenda de salud pública en Colombia, implementando estrategias que promuevan la educación sobre el cuidado ocular, con el propósito de disminuir el impacto personal y económico de la perdida de visión.
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