Hoy se celebra el Día Mundial del Sueño, una jornada en la que los expertos en el tema priorizan el buen dormir, porque no hacerlo podría perjudicar gravemente su salud. Sacrificar las horas del sueño para trabajar, ver series o redes sociales implica cansancio y alteración de procesos hormonales, neurológicos y metabólicos.
Incluso, dormir poco es un factor de riesgo para obesidad, enfermedad cardiovascular y hasta cáncer. Ojo, que dormir no es perder tiempo, durante la noche el cuerpo cumple funciones muy importantes.
Dormir bien mejora la memoria, el aprendizaje, adecuado funcionamiento de órganos como el corazón, favorece el crecimiento de los niños, entre muchos otros beneficios.
¿Cuáles son los contras de sacrificar el sueño?
“A corto plazo, estamos cansados, irritados, menos atención tenemos, puede dar sensación de sueño. A largo plazo nos puede generar enfermedades cardiovasculares, depresión, ansiedad y riesgo suicida”, indicó Ana María González, neumóloga especialista en sueño.
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Lo primero para lograr un sueño reparador es respetar las horas recomendadas.
“Niños hasta 3 años duermen entre 11 y 12 horas. En edad escolar entre 9 y 10 horas. Los adolescentes, que siempre hay una creencia en que ellos duermen menos, es falso, necesitan dormir 10 horas aproximadamente. Los adultos deben dormir 7 horas”, agregó González.
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Recuerde que una buena higiene del sueño es acostarse y levantarse a la misma hora, comer 2 horas antes de dormir, no consumir bebidas estimulantes como energizantes o café y, muy importante, despegarse del celular y el televisor 2 horas antes de cerrar los ojos.