Cada vez, la ciencia tiene más evidencia sobre los daños que causa el COVID-19 en diferentes órganos y partes del cuerpo, como el sistema nervioso central.
Hoy se sabe que un número importante de los pacientes que se infectan tiene algún síntoma neurológico.
Así lo explica el médico neurólogo Antonio Schlesinger.
“Especialmente los pacientes pueden quejarse de dolor de cabeza, de trastornos de olfato, lo que se llama anosmia, y del sabor de los alimentos; eso en muchos pacientes son los síntomas iniciales de la enfermedad”, afirma el experto.
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Algunos pacientes pueden presentar convulsiones, parálisis temporales, confusión e incluso graves complicaciones neurológicas.
“Puede producirse un ACV, o lo que comúnmente llamamos trombosis. Además el virus puede causar inflamación del cerebro produciendo lo que llamamos encefalitis, y puede producir además fenómenos de debilidad muscular o pérdida de fuerza como el síndrome de Guillain Barré", añade.
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Síntomas neurológicos como pérdida de fuerza o alteraciones de la memoria, entre otros, pueden persistir en los pacientes que presentan los cuadros más graves.
“En las etapas posteriores básicamente lo que se recomienda es el uso de analgésicos y de terapia para mejorar los síntomas que se presentan posteriormente", asegura Schlesinger.
Aunque el COVID-19
se puede presentar en cualquier etapa de la vida, los síntomas neurológicos más graves suelen aparecer con mayor frecuencia entre los vulnerables, de ahí la importancia de tener un estilo de vida sano, buen control de enfermedades como diabetes e hipertensión y aplicar las estrategias de prevención del contagio.