Desde el año 2010, algunos medicamentos utilizados para tratar el VIH mostraron una poderosa capacidad para prevenir su propagación, esto dio origen a opciones adicionales para evitar la infección por el virus y que hoy se conocen como PrEP o profilaxis previa a la exposición.
“Este tratamiento tiene una efectividad dependiendo de que tan juiciosa es la persona tomándoselo, y si es una persona que se lo está tomando de acuerdo a las indicaciones que le dio a su médico tratante, se lo toma todos los días, a la hora que es, pues podemos tener una tasa de efectividad cercana al 100%, mayor al 90% en evitar el virus”, explicó Mónica Mantilla, médica epidemióloga y máster en VIH Sida.
En Estados Unidos se aprobó la primera terapia PrEP en el 2012 y en ciudades como San Francisco y Nueva York se registra, cada vez, un menor número de casos de VIH, lo cual algunos atribuyen, en parte, al uso de estos medicamentos.
¿Cómo está Colombia?
“El medicamento hace parte del plan de beneficios en salud, tanto para régimen contributivo como para régimen subsidiado, para regímenes especiales, para todo el mundo”, señaló Mantilla.
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Se trata de medicamentos con diferentes esquemas de tratamiento según el caso y la indicación, claramente, no son para todo el mundo y están dirigidos a grupos prioritarios por conductas de alto riesgo, y lo más importante es que deben hacer parte de un programa.
“No es formular un tratamiento, formular un medicamento, antes de eso tenemos que saber qué infecciones de transmisión sexual puede tener el paciente, si tiene hepatitis B, hepatitis C, si tiene VIH, sobre todo, y los programas de PrEP lo que tienen que hacer es acompañar a esa persona que está teniendo conductas de riesgo”, agregó.
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Además, como cualquier tratamiento, no está libre de efectos secundarios y, aunque previene la infección por VIH, no evita otras enfermedades de transmisión sexual.
“(Que) el concepto no se utilice para dejar de utilizar preservativo, por eso, tenemos dentro de un programa acompañarlo y hacer educación, lubricantes, uso de preservativos, el tema de consumo de sustancias psicoactivas, el tema de consumo de licor, todo lo que implica, lo que hay alrededor de que una persona considere es candidata para PrEP”, indicó.
Obtener los beneficios de esta terapia implica que las persona que tienen conductas de riesgo estén bien informadas sobre estos medicamentos, al igual que los servicios de salud que además deben evitar caer en estigma para garantizar el acceso sin obstáculos.