¿Qué comer después de un temblor? Alimentos que le ayudan a relajar los nervios

Un temblor es un fenómeno natural que puede generar estrés, ansiedad y miedo en las personas que lo viven. Por eso, es importante comer bien después de un evento sísmico, teniendo en cuenta que algunos alimentos ayudan a recuperar la calma y el equilibrio emocional.En caso de un temblor, ¿qué hacer para proteger a su mascota?¿Cuáles alimentos consumir después de un temblor?Frutas y verdurasSon ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, que ayuda a que las personas se mantengan hidratadas y nutridas. Algunas frutas y verduras recomendadas son el banano, que contiene potasio y vitamina B6, los cuales regulan la presión arterial y el estado de ánimo, y las espinacas, que aportan magnesio, un mineral que favorece la relajación muscular y el bienestar mental.Nueces y semillasLas almendras, las nueces, el maní y las semillas de chía son fuentes de ácidos grasos omega-3 y magnesio, que tienen un efecto positivo en la salud mental y reducir la ansiedad.Alimentos ricos en proteínasEl atún, el pollo y los huevos son alimentos ricos en proteínas. Contienen triptófano, un aminoácido que es precursor de la serotonina, neurotransmisor que permite regular el humor y la sensación de felicidad.¿Qué se debe hacer con las personas con discapacidad y de la tercera edad tras un temblor?Carbohidratos complejosAlimentos como la avena, la quinoa y el arroz integral liberan energía de forma lenta y constante, ayudando a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables, lo que resulta en una sensación prolongada de saciedad y calma.Infusiones de hierbasLa manzanilla, la lavanda, la valeriana, la tila y la melisa son las recomendadas. Estas hierbas tienen propiedades calmantes y relajantes, que alivian el estrés y la tensión nerviosa. Un té caliente no solo reconforta, sino que también hidrata.Chocolate oscuroConsumido con moderación, el chocolate oscuro (con alto contenido de cacao) reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Este tipo de dulce estimula la producción de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad.