Los datos y la evidencia apuntan a que la gran mayoría de contagios porCOVID-19 ocurre en espacios cerrados. Por esa razón es que se recomienda, además de la ventilación, actividades en espacios abiertos.
“Las actividades desarrolladas en sitios cerrados, con poca ventilación, tienen muchísimo mayor riesgo de transmisión y de contagio”, señala Jaime Castellanos, director del Instituto de Virología de la Universidad del Bosque.
“En caso de conglomerados cuando ha habido brotes en familias, se llega hasta un 81% de positividad, es de las más altas. En poblaciones que tienen alta movilidad en calle las prevalencias son bajas, entre el 4 al 6% en población asintomática. No se ha detectado información de brotes que se hayan presentado a nivel de calle”, explica Luis Jorge Hernández, doctor en salud pública y profesor de la Universidad de los Andes.
Son varias las razones que hacen preferibles los espacios abiertos a los cerrados.
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“Cada vez que hablamos, cada vez que respiramos, se producen aerosoles, y estos se dispersan mejor en espacios abiertos, en espacios al aire libre. Asimismo, la luz del sol, así no sea sol intenso, tiene un efecto benéfico y produce un efecto de desinfección”, subraya Hernández.
Pero estar al aire libre no significa encontrarse totalmente a salvo. De todas formas, es necesario conservar otras medidas si las interacciones son prolongadas y/o cercanas.
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“Hay que tener cuidado sobre todo en los sitios de aglomeraciones, lo hemos visto mucho en las ciclovías y en las ciclorrutas cuando se acumulan muchas personas que vienen de hacer ejercicio o haciendo ejercicio sin tapabocas y se acercan unos a otros en las congestiones”, indica Castellanos.
“El distanciamiento físico de por lo menos dos metros, evitando las aglomeraciones y controlando los aforos, por supuesto que debemos seguir utilizando la mascarilla y lavarnos las manos con frecuencia”, dice José Oñate, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología.
Además, estar al aire libre trae otro tipo de beneficios.
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“Estar en ciclovía, estar en un parque, favorece la salud mental. Estamos muy afectados en la salud mental y favorece la actividad física. La decisión de no permitir ciclovías y parques públicos no es una buena decisión, afecta la salud pública”, afirma Hernández.
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Oñate recalca que la actividad física juega un papel muy importante en la prevención de múltiples patologías.
“No solamente las cardiovasculares, también se ha observado que aquellas personas que persisten con su actividad física tienen un menor riesgo de complicaciones por el COVID”, añade.
Esto no es de extremos, se trata de que cada uno aprenda a identificar y a gestionar sus riesgos, dependiendo de lo que esté haciendo y con quién se encuentre.
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