Uno de los temas más sensibles en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19 es el retorno de los estudiantes a las aulas de clase. Por eso, hay factores claves que se deben tener en cuenta a la hora de enviar nuevamente, y de forma segura, a niños y jóvenes al colegio.
Un aspecto fundamental para un regreso seguro a clases es que la transmisión del virus esté controlada, es decir, que los contagios, hospitalizaciones y muertes estén disminuyendo de manera importante.
En cuanto a la capacidad de los niños para transmitir el virus a otros, hoy se sabe que no son los grandes transmisores como se pensó en un principio.
Otro aspecto a favor del retorno a las aulas tiene que ver con los efectos negativos para los estudiantes, por ejemplo, en materia psicológica, educativa y social, por cuenta del cierre escolar. Por eso, cada familia debe tomar la decisión basada en condiciones individuales
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La bioseguridad no es negociable. Las instituciones deben tener planes y protocolos claros y socializados para facilitar el proceso, y, por supuesto, es de esperar que se presenten contagios y brotes, pero esta no debe ser razón para mantener los cierres.
Volver a clases es una prioridad, pero, obviamente, debe ser una decisión concertada, individualizada y ceñida a las condiciones de transmisión del virus en cada región.
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