Creyó que era una enfermedad de mujeres y que su diagnóstico “había sido un error”. Pero el equivocado era él. Comparta este testimonio, puede salvar vidas.
Se llama Peter Botros y, hace siete años, le dijeron que tenía cáncer de mama. Le costó entenderlo.
“Solo trato de armar las piezas de cómo un hombre de 26 años podía tener cáncer de seno”, recuerda hoy.
En su caso, el factor genético fue clave. Su mamá padeció la misma enfermedad.
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“Ella tuvo cáncer casi toda mi vida. Se trata y volvía”, relata.
Peter luchó no solo contra el mal, sino contra los estigmas. A ambos, por fortuna, los venció. Ahora está sano y compartiendo su historia para generar conciencia.
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Se estima que el cáncer de mama masculino es menos del uno por ciento del total de casos de la enfermedad.
Especialistas dicen que no hay muchos pacientes para estudiar, por lo que el tratamiento se basa en el de las mujeres.
Hay que estar atentos a cualquier cambio físico, a cualquier dolor, sobre todo si hay antecedentes familiares de cáncer de mama.