El decreto 466, que hace unos días se modificó e hizo ajustes al plan nacional de vacunación contra el COVID-19, prioriza población entre 16 y 59 años con diversas condiciones, desde hipertensión hasta inmunodeficiencias primarias; sin embargo, no incluyó a pacientes con enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus o esclerosis múltiple.
Según Julián Fernández, del Ministerio de Salud, estas personas no fueron agregadas al esquema ya que “hay alguna evidencia preliminar, pero todavía no concluyente, de que las enfermedades autoinmunes pueden modificar el curso de la enfermedad. Conforme esta evidencia se haga más consistente, tenga mayor robustez, vamos a poder avanzar en la consideración de ser incluidas en el grupo de patologías priorizadas”.
No obstante, otra cosa dice Andrés Fernández, presidente de la Asociación Colombiana de Reumatología, quien señala que “los datos disponibles demuestran que nuestra población es más vulnerable, tiene un mayor riesgo de morbimortalidad por sus enfermedades de base y los medicamentos inmunosupresores que muchos de ellos toman para el control de su enfermedad”.
Añade que, además, “el registro de mortalidad muestra que enfermedades como el VIH y el cáncer tienen inclusive menores tasas de mortalidad”.
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Personas con esa condición, como la presentadora Linda Palma, piden reevaluar esta decisión: “hoy me pongo la camiseta en nombre de todos los pacientes de Colombia que tenemos alguna enfermedad autoinmune para hacerle este llamado al ministerio y que nos tenga super en cuenta. No podemos esperar hasta llegar a las determinadas edades porque el riesgo va creciendo y es mucho más preocupante la situación”.
En Colombia, según Juan Manuel Anaya, reumatólogo y director de CREA, son 1.600.000 ciudadanos los que tienen enfermedades autoinmunes y deben ser incluidos en la etapa 3 de vacunación.
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