
Cinco semanas después de una neurocirugía realizada a Frany Laurie Machuca Camacho mientras estaba despierta, con el fin de retirarle un tumor cerebral, Noticias Caracol la acompañó al control médico en el Hospital Militar de Bogotá, donde la sometieron al procedimiento.
Esta mujer de 27 años y madre de dos niños pasó la mitad de su vida sufriendo ataques epilépticos y hace poco supo que esa masa era la causa de su crisis. Esta madre permitió a Noticias Caracol entrar con ella al quirófano y ver cómo le hicieron una neurocirugía en la que ella se mantuvo despierta por casi 10 horas.
La paciente sufría hasta ocho crisis al día antes de la neurocirugía
Médico: ¿Dolor de cabeza has tenido?
Frany: No señor.
Médico: ¿Ganas de vomitar?
Frany: No.
Médico: ¿Fiebre?
Frany: No, tampoco.
Médico: ¿Crisis de las que tenías antes?
Frany: No, ninguna crisis.
Como si nada hubiera pasado y recuperada casi en un ciento por ciento, así estaba la paciente a la que el pasado 21 de febrero le extrajeron gran parte de un tumor cerebral y lograron un resultado posterior exitoso y sin secuelas. Fue gracias a que sus médicos la mantuvieron despierta buena parte de la cirugía para monitorear, en tiempo real, que cada zona cerebral que tocaban y lo que sacaron del tumor no alterara funciones motoras, sensitivas, cognitivas y de personalidad. Un gran riesgo para un gran resultado.
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El doctor Luis Orlando Rojas, neurocirujano del Hospital Militar, aseguró que Frany “va muy bien, primero porque se cumplió el objetivo: resecar lo que más pudiéramos sin dejar déficit definitivo y los déficits transitorios, que se fueron a recuperar rápidamente. Lo mejor que vemos es que la paciente que tenía, como ella lo dijo, hasta ocho crisis al día, en este momento no está presentando ninguna crisis después de la cirugía, está libre de crisis, o sea, logramos el objetivo para mejorarle su epilepsia”.
“Me siento más libre”
La sonrisa de esta madre de familia lo dice todo. Ni ella misma cree lo que vivió tras ver el primer informe de Noticias Caracol.
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“Al salir la noticia me sentí muy emocionada al verla. El ver todo ese proceso y todo lo que sentía en ese momento de llegar a empezar a las ocho de la mañana para que me ingresaran a la sala de cirugía y terminar casi a las seis de la tarde esa cirugía, algo que soporté y aguanté mucho durante esa cirugía, estando a la vez despierta hasta llegando a querer como que me dejaran hasta ahí y que no quería más, pero cuando yo entro algo me decía y me daba la fuerza suficiente de seguir en lo que estaba haciendo”, relató.
Valió la pena arriesgarse. Sus palabras antes de entrar al quirófano resumían el cansancio y esfuerzo de casi toda su vida: "Quiero salir ya de esto".
Y es que fueron años esperando una solución a una enfermedad que ni los medicamentos lograban aliviar.

Su valentía y la de su equipo tratante incluyó una modificación quirúrgica, gracias a la visita del neurocirujano español Jesús Martín-Fernández, quien explicó que se implementó “una técnica que se llama el mapeo cognitivo multimodal, donde intentamos preservar al máximo o maximizando la posibilidad de preservar funciones que van más allá del lenguaje y el movimiento. Es ubicar en el cerebro los puntos críticos para funciones más complejas, como reconocer las emociones en las caras de los demás o tomar decisiones adecuadas en contextos sociales, que es muy necesario para el día a día o para volver al trabajo”.
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El doctor Luis Orlando Rojas, neurocirujano del Hospital Militar Central, recalcaba que fue una operación delicada "porque el tumor empieza en una zona donde tenemos el área sensitiva, muy cercana al área motora".
Ahora, en medio de su recuperación tras la neurocirugía, Frany dice sentirse “confiada de todo lo que no podía realizar antes. Quiero conseguir un trabajo, quiero lo que siempre he querido, que es aprender a manejar porque siempre como que me lo negaban, no me lo permitían, ya ahorita como que me siento hasta más libre, que puedo hacer varias cosas”.
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Hoy, con un examen neurológico sin déficit y ya sin crisis, Frany puede llevar una vida normal. Solo debe continuar con la toma diaria de sus medicamentos y sus controles rutinarios.
“En este momento no tiene ningún tipo de restricciones. Su vida tal cual como la venía llevando antes de la cirugía y periódicamente tenemos que seguirle haciéndole controles con imágenes cada año, probablemente, y como se le viene haciendo. Y la medicación, de acuerdo con la evolución, se le pueden ir disminuyendo los medicamentos. No sabemos todavía si se le puede llegar a suspender, mínimo tienen que ser unos 3 a 5 años libre de crisis”, indicó el doctor Rojas.
Solo el tiempo irá dando las respuestas definitivas a la condición de Frany, que por lo pronto espera a que crezca su pelo para que tape la cicatriz que cuenta una historia del poder de la ciencia.