La inteligencia artificial podría cambiar la atención en salud y poco a poco muestra grandes ventajas, pero también riesgos. La OMS advirtió que esta revolución debe verse con cautela.
A pesar de lo fácil y rápido que resulta hacer consultas de temas de salud en internet, el volumen y la calidad de la información siguen siendo un riesgo a la hora de tomar decisiones sin la asesoría adecuada. Pero, como si fuera poco, se suman ahora herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT.
“Está muy bien esta evolución, pero todavía no están listos para ser un sistema de recomendación al público”, indicó Luis Eduardo Pino, médico especialista en ciencia de datos e inteligencia artificial.
A otro nivel, no cabe duda de que la inteligencia artificial, tanto la clásica como la generativa, están revolucionando la atención en salud al facilitar el procesamiento de datos no solo de investigaciones, sino, por ejemplo, de historias clínicas, y así mejorar el diagnóstico de enfermedades, el entrenamiento de profesionales y el desarrollo de fármacos, entre otros.
Aun así, Luis Eduardo Pino dice que todavía hay más teoría que realidad y todavía no es posible imaginar que robots reemplacen a los profesionales de la salud.
“Eso es un campo muy complejo en donde médicos, enfermeras, fisioterapeutas y equipo de salud están en una relación privilegiadamente humana. La medicina requiere el contacto, un componente que es irremplazable en este momento”, agregó el galeno.
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Por otro lado, pensando en los riesgos, la OMS presentó una guía para los gobiernos sobre un uso ético y seguro de la inteligencia artificial en la salud.
“Los mayores riesgos sería que te generen salidas falsas y eso hace que lo que yo puedo interpretar como una verdad realmente no lo sea, y el otro gran riesgo es que se use un modelo de estos para crear engaños”, indicó Luis Eduardo Pino.
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Ante una herramienta que avanza rápido y que aún está rodeada de mucha incertidumbre, la recomendación es clara. “No podemos ser usuarios ciegos, tenemos que ser usuarios críticos. Estos desarrollos parecen más sabios, pero no necesariamente es así. Debemos tener un filtro”, enfatizó el especialista.
Frente a los retos que plantea la inteligencia artificial y su aplicación en salud, desde gobiernos, pasando por instituciones hasta profesionales de la salud y ciudadanos deben informarse, asesorarse adecuadamente y ser cautelosos para beneficiarse de forma segura.
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