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Ojo a la quema de pólvora: las luces de bengala también pueden ser mortales

Las chispas de las bengalas y la pólvora en general pueden afectar a los más pequeños y generar verdaderas tragedias, "como lo hemos visto los que trabajamos durante muchos años con quemados", dice una experta.

Las luces de bengala, por más inofensivas que parezcan, pueden ser mortales

Las tradiciones de diciembre son las que hacen de esta una época muy especial. Tristemente, cada año sigue presente la de quema de pólvora, una peligrosa práctica con la que las personas ponen en riesgo sus vidas y las de los demás por un momento fugaz de entretenimiento. El hecho de que muchos lo hagan en medio de la ingesta de alcohol crea un coctel aún más peligroso.

El drama se extiende cuando las personas quemadas o sus allegados deciden afrontar las consecuencias de formas rústicas, como aplicar en las heridas clara de huevo, cremas, aceite y cuanto menjurje les recomiendan los demás.

La doctora Patricia Gutiérrez, líder de la unidad de quemados de la subred norte de Bogotá, señala que el uso de la pólvora “es un problema cultural espantoso porque es sistemático y es un atraso en todo sentido. Cada familia debería tener conciencia. ¿Cómo se les ocurre pasar una Navidad con un paciente quemado en una institución? Estos son unos días de paz”.

“Las quemaduras son un evento catastrófico, son un problema de salud pública, las quemaduras duelen, las quemaduras dejan cicatrices por toda la vida, así sean pequeñas. La gente tiende a minimizar esto porque ‘no se quemó mucho’”, agrega.

A pesar de esto, recalca que cuando el daño ya está hecho no se puede incurrir en la irresponsabilidad de no llevar al paciente, especialmente a los niños, al hospital.

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La recomendación es “acudir inmediatamente sin aplicar absolutamente nada sobre la quemadura, excepto agua y un paño limpio para ir al centro especializado y no ir a la farmacia o donde le hagan curaciones con pomadas, cremas que van a contaminar la quemadura”.

Las quemaduras con pólvora no siempre son con los elementos de pirotecnia más ruidosos, como voladores, pitos, volcanes, entre otros. Indica la doctora que las luces de bengala, que incluso se les da a los niños más pequeños, pueden desencadenar tragedias.

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“Una luz de bengala no solamente es muy peligrosa por el palito, por la chispa que caiga en un ojo, sino también si las chispas caen en materiales como el acrílico, el algodón, las pijamas, la ropita de los niños. Se puede generar una quemadura por llama que puede llegar incluso a ser fatal, como nosotros los que trabajamos con quemados hemos visto durante muchos años”, puntualizó.

Según el Instituto Nacional de Salud, en los siete primeros días de diciembre van 74 quemados con pólvora, un promedio de diez personas por día.

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