Han pasado 20 días desde que doña Doris Melcy Hernández ingresó a la unidad de cuidados intensivos de la clínica Cafam por complicaciones tras contagiarse de COVID .
“Allí permanece desde el día 28 de diciembre hasta hoy, 16 de enero, permaneciendo 12 días entubada y bocabajo. Hoy está intubada, pero boca arriba y presentando síntomas de desinflamación de sus pulmones”, cuenta su hijo Hugo Jairo Robles.
Ante una posible reacción alérgica a las vacunas por antecedentes de salud, doña Doris decidió no vacunarse. Ahora su hijo, quien recibió todas sus dosis de la vacuna COVID, manifiesta que quizás la decisión debió haber sido diferente.
Y es que en este momento la vacuna está marcando la diferencia. Mientras los contagios están disparados con la variante ómicron rondando por todo el país, los fallecimientos también se están incrementando y, según los expertos, quienes más pasan la delgada línea entre la vida y la muerte son los no vacunados.
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Por ello, el llamado de los expertos es a prestar especial atención a las poblaciones más vulnerables.
Como doña Doris, en este momento hay 368 personas en Bogotá luchando por su vida en las UCI, lejos de quienes los aman.
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