Una niña de 15 años que pesa 90 kilos y un pequeño que no puede jugar porque “se pone morado” reflejan un problema de salud que va creciendo.
El cuerpo de Alison contrasta con su alma de niña. Con apenas 15 años, dice que vive el peor drama de su vida por culpa de una enfermedad. "A uno le dicen ‘ay, está más gordo, más feo’, se siente como el rechazo", afirma ella.
Tiene obesidad mórbida de alto riesgo, y aunque quisiera practicar actividad física, no puede hacerlo más de 5 minutos porque sus rodillas se pueden fracturar.
En Colombia, como ella hay 7 millones de ciudadanos con obesidad, y la vida de 8.000 personas corre peligro. “Lo más grave es que está tocando a los niños y ya tienen problemas de salud asociados a la obesidad”, explica el director de la fundación Gorditos de Corazón, Salvador Palacio.
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Precisamente organizaciones como esta ayuda a que los colombianos combatan la obesidad. Hace 14 años recibían al año 6.000 pacientes, hoy, son aproximadamente 18.000.
Una de esas personas que reciben ayuda es Pablo, un pequeño que con 10 años pesa 70 kilos. “No corre igual. Cuando juega se fatiga, se pone morado, no puede dormir porque le puede dar un infarto”, dice su mamá.
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El papá de Pablo pesaba 120 kilos y murió 4 meses atrás por un infarto. "Yo comía platos grandes, muy grandes, a veces cuando me daban carne yo repetía, los dulces, las gaseosas, los paquetes", confiesa el niño.
"Falta la parte de educación en colegios, en universidad. Necesitamos un apoyo más grande, además de lo científico”, dice el director de la fundación y explica que un error común es que los papás crean que “el niño es sano comiendo mucho".
En la mayoría de los casos de alto riesgo, la solución sería una cirugía de reducción de estómago que puede costar hasta $20 millones, y luego, un proceso de reconstrucción de piel, de aproximadamente $200 millones.
Para los expertos se podría evitar esta problemática si se adquirieren buenos hábitos y si el sistema de salud tratara la obesidad como una enfermedad.
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