Por estos días se comienza a ver en redes sociales, revistas e incluso en conversaciones casuales el tema de hacer dietas para perder el peso que se ganó durante las festividades de fin de año. Sin embargo, no se trata de buscar la dieta de moda, de perder peso solo por estética o de hacer grandes sacrificios por unas semanas para luego volver a desordenarse.
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Comer sano debe ser un hábito de todo el año y esas dietas agresivas no sirven para perder peso de manera segura y duradera en el tiempo.
“Perder peso es muy simple, dejo de comer y de una vez pierdo peso, pero ¿en qué forma estoy perdiendo este peso?, ¿qué estoy perdiendo de peso?, ¿mi masa muscular, que es sagrada?, ¿estoy realmente perdiendo grasa o simplemente perdiendo un músculo que es el que más activo metabólicamente me va a tener? Esas dietas extremas tiene la dificultad de que suelen eliminar un grupo de alimentos, por ejemplo, de carbohidratos, y ahí uno queda después perdido porque cuando le dan ganas de volver a comer carbohidratos no sabe cuál comer ni cómo comerlo, se dispara la insulina y volvemos a tener un problema, incluso, más serio del que teníamos antes”, señaló el doctor Óscar Rosero, médico endocrinólogo.
Además de volver a recuperar el peso perdido, hacer esos cambios drásticos de alimentación expone la salud general.
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“Muchas personas eliminan pues la comida industrializada cargada de sodio, el sodio se baja, puede aparecer hipotensión, puede aparecer incluso desmayos o síncopes. También puede haber déficit de micronutrientes, por ejemplo, selenio, cormo, complejo B”, agregó el médico endocrinólogo Rosero.
Por otro lado, no caiga en la trampa que ofrecen batidos, pastillas y otros productos que prometen desintoxicar el cuerpo.
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“La mejor forma de desintoxicarnos es no intoxicarnos. Si ya liberamos nuestro cuerpo de todas esas sustancias inflamatorias, azúcares, colorante, grasas vegetales industriales, el cuerpo sabe qué hacer y él empieza un proceso de sanación y recuperación solito, nuestro hígado es maravilloso. ¡Ojo! Con batidos de vegetales, batidos de productos herbales para desintoxicarnos, hay reportes de que pueden es dañar más el hígado, ¡ojo con pastillas milagrosas!, ¡ojo con los laxantes!”, indicó Óscar Rosero.
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El verdadero milagro está en ser paciente, asesorarse y empezar con pequeños cambios.
“Los pequeños pueden ser, por ejemplo, dejar de tomar gaseosas azucaradas, jugos azucarados, voy a dejar de comer pan industrial como primer paso. Ya luego la siguiente semana digo: ‘Ya lo logré, ¿cuál es el siguiente paso?’. Voy a empezar a mejorar de raíz cosas que yo sé que no son buenas, la comida industrial y procesada, que no me sirven y a largo que estoy segurísimo que lo vamos a poder sostener”, afirmó el doctor Rosero.
Incluir más frutas, cambiar ciertas preparaciones, aumentar la porción de ensalada y quitar el salero de la mesa son algunos ejemplos de ajustes que realmente harán la diferencia.
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