Varias personas se unieron para entregar alegría y realizar actividades con los niños que llevan meses en tratamientos contra el cáncer. Son pacientes que llegan desde muy lejos al Instituto Nacional de Cancerología y deberán pasar las fiestas en uno de los albergues donde se hospedan.
Los tratamientos de estos menores de edad no son cortos, teniendo en cuenta que solo la leucemia, que es el tipo de cáncer más común en niños, representa meses de hospitalización.
Esta terapia de amor, felicidad y bondad impacta de manera positiva en sus pronósticos y recuperación.
Entre cartas a Papá Noel, juegos y payasos, los niños en tratamiento contra el cáncer vivieron la alegría e ilusión de la Navidad. Ellos dieron a cambio sus sonrisas y esperanza de recuperación.
Claudia Pérez, junto con voluntarios del Parche Dejando Huellas y el colectivo artístico Del Profe de Arte, llevaron diversas actividades para celebrar con los pequeños pacientes y con las familias que todos los días libran una batalla por la vida.
“Es poder hacer ese acompañamiento donde podamos brindarles algo de alegría, poder acompañarlos para que todo esto salga de su fase de dolor y poder que se olvide por un momento el tema de la enfermedad”, manifestó Claudia Pérez, integrante del Parche Dejando Huellas.
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“Buscamos transformar la energía a través del arte y qué bonito realizar esto durante estas festividades importantes. La sonrisa es el mejor regalo para los niños”, agregó Andrés Portilla, director del colectivo artístico Del Profe de Arte.
En este albergue se hospedan unos 15 niños y sus familias. Tal es el caso de María Ángel, una niña que llegó desde los Llanos.
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“A nosotros nos bendicen mucho, nunca me imaginé que Bogotá tuviera gente tan linda que alberga a niños”, dijo Liliana Niño, abuela de una menor con cáncer.