Médicos e instituciones en diferentes ciudades están empezando a reportar una tendencia que ya se ha visto en otros países y en las cifras: gran parte de la propagación de nuevas infecciones y casos graves por COVID-19, en esta ola, están ocurriendo en adolescentes y adultos jóvenes. La principal razón es porque este grupo se mueve más, se relaja más y por lo tanto está más expuesto.
“En julio y agosto de 2020 afectó en especial, tanto en morbilidad como en mortalidad, a mayores de 80 años; sobre todo mayores de 75 años fueron los más afectados. La segunda ola que fue en enero de 2021 afectó más en morbilidad a población adulta media, menores de 60 años, y la tercera ola se ha visto cada vez más en las tasas de incidencia de casos activos en población adolescente y adulta joven”, explica Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo y salubrista.
La preocupación no solo es por el incremento de contagios sino también por las complicaciones en este grupo de edad.
“También estamos viendo un aumento muy significativo en términos de la gravedad de los casos y de las edades de los pacientes, porque estos pacientes están siendo cada vez más jóvenes, algunos de ellos ni siquiera tienen comorbilidades asociadas y están ingresando gravemente enfermos a los hospitales”, señala Juan Carlos Cataño, infectólogo de la Universidad de Antioquia.
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Pero ¿cuál es la razón para que esto suceda?
“Cada vez hay más personas en la calle, con alta movilidad, con mayores interacciones. El mayor riesgo es de la población adulta joven, adulta media, adolescentes”, agrega Hernández.
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Recuerde que mientras haya personas que no se han infectado y que no se han vacunado, el virus mantendrá su propagación y seguirá causando enfermedad grave y muertes.
“Los que no se enfermaron en la primera ola, lo hacen en la segunda y los que no, lo hacen en la tercera. Todos vamos a resultar afectados por la pandemia. La solución es acelerar la vacunación y mientras tanto, aún vacunándose, conservar las medidas de distancia física, tapabocas y lavado de manos”, subraya el médico epidemiólogo.
Incluso, así ya le haya dado COVID, en este momento nadie puede sentirse protegido.
“Por eso, hacemos un llamado general a aquellos más jóvenes, sobre todo, los menores de 50 años, tengan o no comorbilidades, por favor, tomen todas las medidas de precaución tal cual como lo hacen los pacientes mayores, muchos de los cuales ya están incluso vacunados”, manifiesta Cataño.
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Del cuidado que tiene cada uno consigo mismo y con sus contactos depende que se pueda avanzar, no retroceder y repetir lo vivido en la primera y segunda ola.