Para nadie es un secreto que uno de los principales objetivos de COVAX, el de garantizar acceso igualitario a la vacunación contra el COVID-19 tanto de países ricos como pobres, no salió como estaba planeado. Santiago Cornejo, director de este mecanismo, hizo un balance.
Admitió las dificultades que han tenido que pasar y que los llevó a retrasos en el cumplimiento de los acuerdos con los países, pero también reconoció que se cometieron errores, como trazarse objetivos muy ambiciosos.
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Asimismo, dijo que esperan ponerse al día al terminar el año y que mientras haya pandemia habrá mecanismo COVAX para apoyar principalmente a las naciones más pobres.
Ve lo ocurrido como un aprendizaje para futuras crisis y hace un llamado a la solidaridad de los países y a la transparencia de las farmacéuticas.
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