Las problemáticas de las redes sociales quedaron expuestas en el Congreso de Estados Unidos. Una de las principales preocupaciones es la reducción en la capacidad de atención en niños y adultos.
Instagram, TikTok y Snapchat son las plataformas que principalmente se caracterizan por llenar a las personas de contenido e infinidad de videos que cada 30 segundos se renuevan. Con la misma rapidez con la que se desliza el dedo en el teléfono, los usuarios parpadean. Esto afecta a adultos, pero especialmente a los niños.
"Eso tiene impactos realmente devastadores en su capacidad de atención. Entonces van a la escuela, no se pueden mantener sentados en la escuela, su educación se desmorona, se van a la cama por la noche y no pueden conciliar el sueño. Realmente el desarrollo del niño queda completamente devastado", dijo Jake Denton, experto.
Denton cuestiona las explicaciones en el Senado de Estados Unidos por parte de los presidentes de TikTok, meta, Snapchat, Discord y X, que argumentan que en sus plataformas tienen la advertencia de tiempo límite de pantalla o de uso de sus aplicaciones.
"Creo que realmente el gran problema aquí es que las compañías de redes sociales han convencido a los padres de que los límites de tiempo frente a la pantalla son una barrera suficiente para los patrones de uso, pero que el niño puede anularlos fácilmente", aseveró Jake Denton.
Los problemas de las redes sociales no son solamente esos, ni tampoco se solucionan con una disculpa de Mark Zuckerberg o de los otros presidentes.
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“Ya tenemos más de 10 años escuchando solamente disculpas y excusas. La verdad es que sería bien triste por parte del Congreso no exigir más allá de las disculpas”, agregó Mary Avilés, experta.
Daños a la salud mental, casos de depresión e incluso explotación sexual infantil comprenden el oscuro mundo al que los niños están sometidos en las redes sociales.
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Según un estudio de la plataforma Exploding Topics, el tiempo promedio que destinamos a las redes sociales al día es de 2 horas con 24 minutos. En Estados Unidos se calcula que una persona revisa su teléfono al menos unas 159 veces al día.