El Ministerio de Salud tiene la lupa puesta en la evidencia que hay sobre los efectos de la vacuna contra el COVID-19 en el sistema inmunológico a través de muestras de la sangre, con base en esos datos el Gobierno tomará decisiones.
"Lo que estamos viendo es que a los seis meses después de aplicada la segunda dosis de una vacuna han bajado los títulos de anticuerpos. Ahora, lo que no sabemos es si esos títulos que han bajado hasta ese nivel podría protegernos, porque todavía no tenemos claro cuál es el nivel de anticuerpos que necesitamos para protegernos", indica Leornardo Arregocés, director de medicamentos del Ministerio de Salud.
Y aunque la evidencia aún es limitada, para el Ministerio y su grupo de asesores ya hay algo muy claro sobre la vacuna contra el COVID-19.
"Cuando a la persona la ponen la tercera dosis de una vacuna, esos anticuerpos vuelven y suben; y suben muy rápidamente. ¿Qué quiere decir que los anticuerpos suban rápidamente?, que el sistema inmune ya aprendió”, explica Arregocés.
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Sin embargo, la decisión aún no está tomada, falta definir qué grupo poblacional necesitaría una tercera dosis.
"Muchos países están protegiendo edades alrededor de los 60, 70 años y más, pensando que ese es el grupo que mejor queremos tener protegido", asegura el funcionario.
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También falta definir el margen de tiempo para su aplicación, qué vacunas necesitarían esa tercera dosis y desde cuando empezaría. Asuntos que se evaluarán en el comité de vacunas programado para la próxima semana.
Mientras Colombia define si es necesario o no aplicar una tercera dosis, el más reciente llamado de la OMS es postergar esta aplicación para disminuir la desigualdad de la vacunación a nivel mundial.
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