Tener relaciones íntimas es, para muchos, una forma placentera de interactuar con el cuerpo y conectar con el otro. Si bien en los últimos años con la liberación sexual ya no hace falta contar necesariamente con un vínculo afectivo o emocional, o un compromiso de por medio para tener este tipo de encuentros, el acto sexual es considerado por expertos como una manera de fortalecer los lazos entre parejas.
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Pese a esto, a muchas mujeres se les ha convertido el contacto en una pesadilla silenciosa, debido al dolor que pueden presentar al momento de tener relaciones íntimas. Este padecimiento es más común de lo que se cree y puede presentarse en los momentos previos, durante y después del coito.
A este malestar se le conoce como dispareunia y es un problema que afecta principalmente al género femenino por diferentes causas, generalmente de origen médico. Sin embargo, el dolor ha sido normalizado por las mujeres debido a un imaginario establecido en la sociedad, en el que está mal visto hablar del disfrute y la sexualidad abiertamente.
De acuerdo con el sexólogo Fernando Rosero Mesa, esta problemática está subvalorada debido a que las mujeres no se atreven a hablar o consultar sobre el tema, pero asegura que diversos estudios revelan que el 80% de la población femenina ha padecido este tipo de dolencia en sus encuentros íntimos, y que una de cada dos mujeres llegan a sentir dolores crónicos.
Es importante saber diferenciar la dispareunia con otros tipos de dolor, como el asociado con la menstruación (dismenorrea), ya que el primero se relaciona exclusivamente al encuentro sexual. Según Rosero, “cualquier síntoma que no sea gratificante en las relaciones íntimas debe ser un motivo de consulta”, pues una solución tardía puede generar problemas a nivel personal y de pareja.
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“La sexualidad no es un tema que se hable con tranquilidad”, comenta el experto y añade que existen muchos tabúes o mitos alrededor del asunto, como que el dolor depende del tamaño del miembro de la pareja, o que el cuerpo se irá acostumbrando con el tiempo al malestar. Ambas afirmaciones son desmentidas por el médico, experto en salud sexual.
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Rosero señala que uno de los errores más grandes en estas situaciones es no tener una comunicación asertiva con la pareja respecto a las sensaciones generadas en el encuentro íntimo, que puede derivar en frustraciones. En caso de presentar dolor, “la recomendación es no intentar tener la relación por gratificar a la pareja, porque se cae en una conducta negativa que cada vez va a ser peor”, lo mejor es asistir a una consulta médica.
Por otro lado, el experto explica que las causas que generan este tipo de dolor son principalmente de origen biológico, por lo cual se pueden solucionar una vez se determine el trasfondo o la enfermedad que está detrás, atacándolas con un arsenal de recursos farmacológicos y terapéuticos que permitan disminuir el malestar. “Independientemente de las causas, las mujeres no deben normalizar el dolor”, agrega.