Los médicos y sus equipos a diario luchan por la vida y se enfrentan a la muerte, pero hay un grupo especial que atiende precisamente el final de la existencia: la unidad de cuidados paliativos.
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Lo primero que se debe tener claro es que, independiente del diagnóstico que se tenga, es posible vivir con calidad hasta el último segundo, contrario a lo que se cree de que el final de muchas enfermedades no es tranquilo y apacible.
A pesar de que a muchos no les guste hablar del tema, la muerte, como reza la sabiduría popular, "es lo único seguro en la vida". Por eso, el doctor Juan Guillermo Santacruz, jefe del servicio de cuidado paliativo y soporte oncológico de la Fundación Santa Fe, insiste en que se debería estar mejor preparado para ese momento.
“Deberíamos hablar más de la muerte, creo que no debería ser un tabú ni para los médicos con sus pacientes ni para la sociedad en general. Se debería hablar abiertamente de eso, yo creo que debería manifestar qué cosas quiere para esos momentos. Digamos que hay una cosa que es muy importante, que es la toma de decisiones, de voluntades anticipadas. Uno puede manifestar estando sano todavía 'mire, yo no quiero, si estoy en una condición de terminalidad, no quiero estar conectado a una máquina, no quiero que me alimenten de forma artificial, no quiero estar en un hospital, quiero estar en mi casa'”, explicó el doctor Santacruz.
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Asimismo, recordó que el final de la vida asociado a diagnósticos como el cáncer avanzado no tiene por que ser un proceso de sufrimiento físico.
“Quiero insistir en que la muerte es un proceso que requiere atención médica, que a veces eso no lo consideramos o pensamos que ya todo lo que tiene que ver con el final de la vida, pues igual como no hay nada que hacer, entonces los médicos no estamos tan al tanto, tan pendiente de ese momento. Pero es todo lo contrario, es tal vez cuando los médicos somos más importantes para poder ayudar y poder aliviar. Uno nota la diferencia cuando hay una paciente que desafortunadamente no recibe ayuda médica a tiempo, cuando tiene un tiempo largo de sufrimiento”, indicó.
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El Santacruz reconoce que aún hay camino por recorrer para que todas las personas tengan calidad de vida hasta el final, pero sin duda, el primer paso es estar bien informados para exigir este derecho.
“Muchos de los pacientes o las familias no conocen que ese derecho existe y que hay una ley incluso que respalde esos derechos. Creo que la gente sigue llegando tarde a los cuidados paliativos, específicamente enfermos no oncológicos. El conocimiento de las personas de los cuidados paliativos debería garantizar eso: un final de vida tranquilo y una muerte que garantice que los síntomas que se presente estén controlados”, afirmó el jefe del servicio de cuidado paliativo y soporte oncológico de la Fundación Santa Fe.
Sin duda, tantos años acompañando familias y pacientes al final de la vida, le deja enseñanzas: “Disfrutar todos los días y de alguna manera el ver tanta gente que muere que se enferma, pues hace que uno aprecie más lo que tiene, empezando por la salud”.
Habló también de la necesidad de que aquella persona que está en el final de sus días no tenga temas pendientes, por eso, no solo acompañan y alivian el sufrimiento físico.
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“Hemos hecho matrimonios, por ejemplo, de una pareja que se quiere casar antes de que uno de los dos fallezca por una enfermedad terminal. Hemos hecho cumpleaños adelantados, los grados de los hijos y, cuando podemos, ayudamos a que eso sea posible”, agregó Santa Cruz.
Dice que tener presente a la muerte no la invoca como es la creencia de algunos, al contrario, considera que nos ayudaría a vivir más livianos y a tener más claro lo que de verdad importa .
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