La epidemióloga colombiana Nubia Muñoz es ejemplo de disciplina y dedicación. Aunque en su casa escaseaban los recursos económicos, logró convertirse en una destacada epidemióloga y estuvo nominada al Nobel de Medicina en el año 2008.
Para esta caleña, el haber perdido a su padre cuando apenas tenía 6 años, por cuenta de una enfermedad prevenible como la difteria, marcó un punto de inflexión que más tarde la llevaría por el camino de la ciencia.
“Esto dejó la familia en un drama, naturalmente porque era la principal fuente de recursos, entonces mi madre tuvo que empezar a trabajar en oficios domésticos y mis hermanos, que eran mayores que yo, cuando terminaron bachillerato fueron a trabajar para ayudar a mi madre”, relató Nubia Muñoz.
Siendo la menor de cinco hermanos, obtuvo una beca para estudiar Medicina en Colombia. Luego hizo una maestría con énfasis en epidemiologia del cáncer en Estados Unidos y en Francia consolidó su investigación.
Nubia Muñoz estuvo a punto de ganar un Nobel gracias a que logró confirmar el vínculo entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino.
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Cuenta que “le llevé mis muestras de Brasil a él, a Harald zur Hausen, el alemán que se ganó el premio Nobel de Medicina en el 2008, por el cual también a mí me nominaron, pero él estaba en ese momento más interesado en el virus herpes tipo II”.
Su trabajo hizo que los laboratorios desarrollaran la vacuna contra el virus del papiloma humano.
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Nubia Muñoz siente satisfacción porque “un 60% de los países en el mundo han introducido esta vacuna, y más o menos un tercio de ellos ya no solo vacuna niñas, sino que también vacunan hombres, porque también sabemos que este virus no solo produce el cáncer de cuello uterino, sino que produce el cáncer en mujeres, el cáncer de vulva, de vagina, y en hombres el cáncer de pene, el cáncer de ano en ambos y también el cáncer de orofaringe”.
De todos sus logros, ¿cuál enorgullece más a Nubia Muñoz?
“Para mí uno de los de los logros más importantes y una de las cosas que me dio más placer fue el día en que (Juan Manuel) Santos, que era el presidente, en agosto del 2012 me invitó -yo estaba en Francia- a la inauguración, al lanzamiento de la campaña para la vacuna del papiloma humano en una escuelita de Sincelejo”, recordó.
A sus 83 años y retirada en Francia, asegura que su mayor sueño es que la vacuna contra el VPH sea incluida en el esquema de inmunización colombiano y los cánceres asociados a este virus sean erradicados.