Mía Samara es una bebé de apenas 4 meses de nacida que llegó al mundo enfrentando delicadas complicaciones de salud. Una malformación en la columna la llevó al quirófano en cuatro oportunidades y puso a prueba a los médicos del Hospital Meissen en Bogotá .
Érika Robles, mamá de Mía Samara, recorrió varios centros médicos buscando una respuesta, pues su bebé venía en camino con una malformación denominada Chiari tipo 3. Estudios revelan que ese mal afecta a uno de cada mil recién nacidos.
“Es una malformación demasiado grande, lo primero que nos dijeron era que interrumpiéramos el embarazo, pues no había posibilidades ni esperanzas”, contó la mamá de la menor.
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Como ángeles en el camino, llegaron los médicos del Hospital de Meissen, que le hicieron seguimiento al caso, la intervinieron y le devolvieron la esperanza a la familia.
“El defecto iba desde la parte lumbar hasta la parte sacra, unos ocho centímetros o más. Era tan grande que al hacer el procedimiento quirúrgico la piel no lograba hacer cubrimiento por el tamaño”, contó la doctora Ruth López, referente neonatal de la Subred Sur.
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La menor mostró toda su fuerza y sobrevivió a cuatro intervenciones quirúrgicas y se convirtió en el motor de sus padres y en un ejemplo para el personal médico.
“Al comienzo uno se siente impotente por todo lo que ella ha pasado, por no poderla ayudar más. Ella es una recién nacida y tuvo que pasar por mucho. Ella nos dio valor, voluntad y fortaleza”, concluyó Érika Robles.
Los especialistas aseguran que su recuperación es exitosa y que está lista para seguir adelante recibiendo todo el amor de sus padres.